Publicado el

Coliflor con bechamel de jamón

Me encanta la coliflor y me la como hasta cruda, aunque reconozco que en el momento de hervirla se pasa un ratito regular con los olores que desprende.

 

La afición por este tesoro, porque espero que sepan que todo lo que aporta es buenísimo para nuestros cuerpitos, me viene desde niña y si ya yo jugaba en otra liga con los platos que me preparaba mi abuela, imagínense las caras de asombro de mis amiguitos y amiguitas cuando les contaba que había almorzado o cenado, coliflor.

 

Provocaba tal asombro que era algo así como decir que alguien no había llorado con la muerte de Chanquete. Continuar leyendo «Coliflor con bechamel de jamón»

Publicado el

Huevos al plato

Mi abuela siempre decía que en una casa donde se tuvieran papas y huevos, no se pasaban ganitas de comer. Rara era la cena en que ella no entraba a la cocina a prepararnos papas con huevo y tomates fritos o una sencilla tortilla francesa. Si estaba más inspirada, podía llegar a caernos una tortilla de papas, hasta que la artrosis hizo mella y se nos acabó la mejor tortilla de papas de toda la Vía Láctea. Continuar leyendo «Huevos al plato»

Publicado el

Las garbanzas de Yeya

Desde niña, en casa se almorzaba un plato de granos como mínimo, una vez en semana. Cuando tocaban granos, la cocina era territorio inaccesible de mi abuela. Ella disponía desde la víspera los ingredientes o prevenciones como que le gustaba a ella llamarlos. Exigente y meticulosa. Incluso un poquito cascarrabias. No le valía cualquier chorizo ni cualquier costilla y hasta miraba con lupa la marca y procedencia de los garbanzos. Materia prima, como lo llamamos ahora y por sello de calidad, toda su sabiduría y experiencia. Continuar leyendo «Las garbanzas de Yeya»