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Las garbanzas de Yeya

Desde niña, en casa se almorzaba un plato de granos como mínimo, una vez en semana. Cuando tocaban granos, la cocina era territorio inaccesible de mi abuela. Ella disponía desde la víspera los ingredientes o prevenciones como que le gustaba a ella llamarlos. Exigente y meticulosa. Incluso un poquito cascarrabias. No le valía cualquier chorizo ni cualquier costilla y hasta miraba con lupa la marca y procedencia de los garbanzos. Materia prima, como lo llamamos ahora y por sello de calidad, toda su sabiduría y experiencia. Continuar leyendo «Las garbanzas de Yeya»