Porque cada receta tiene su historia
Pues hoy nos tocan los entrantes navideños y he de confesarles que son mis grandes favoritos de estas Fiestas. De hecho, después de estos, no suelo ser capaz de seguir adelante con el resto del menú y el principal y el postre, me los guardo para el día siguiente. Porque estos entrantes están tan, tan, tan tan buenos que es mi estómago el que me saca la indicación de stop. Incluso, haciendo la trampa de desabrochar el pantalón. Continuar leyendo «Entrantes navideños»
Ya están cerca las fechas más apetitosas del año y como son muchos días, muchos los encuentros y muchas las ocasiones en las que solo hacemos abrir y cerrar la boca, desde hoy y hasta el 23 de diciembre, irán apareciendo por este blog, diferentes propuestas, adaptadas a todos los gustos, sin olvidar nunca las tradiciones y asomando nuevas ocurrencias. Y todo ello sin renunciar a dos cosas muy importantes, la primera es que les garantizo que todas son muy sencillas de hacer, cierto es que alguna lleva más tiempo o mimo que otras pero dentro de los límites de lo razonable que al fin y al cabo, se trata de Navidad y eso se tiene que notar. No valen las cenas o almuerzos express. Lo segundo, para no perder la costumbre, cada receta llevará su historia o entradilla, porque la mayoría son entrañables y si como a mí, son adictos a estas fechas, se que les va a gustar leerlas. Continuar leyendo «Aperitivos navideños»
Esta es la receta y la historia de la Ropa Vieja más irresistible que he probado nunca.
De pequeña, era muy Mafalda con la sopa. Me costaba horrores, muchos sudores y más lágrimas, pero ni con esas conseguía conmover a mi madre para que me saltara directamente al segundo plato. Cuando fui sumando años descubrí que, al día siguiente de todo mi martirio, siempre había plato único, una flamante ropa vieja y eso si que me encanta desde que tengo uso de razón. Continuar leyendo «Ropa vieja»
