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Pasta Fabiana

Esta pasta debe su nombre a quien nos hizo el regalo de su receta. Es un plato típicamente romano y les adelanto que pocas veces había comido un plato de pasta tan rico, potente y sabroso.

Fabiana es compañera de mi hermana pequeña en sus clases de baile, es italiana y ha estado en Las Palmas un tiempo. Durante el transcurso de estos últimos meses durante algunos días enseñó a mi hermana grandes secretos de la cocina italiana y a su vez, tan generosas ambas, mi hermana los compartía conmigo y ahora me toca lo propio en esta entrada, les voy contando…..

En anteriores entradas creo que ya les recomendé que la mejor pasta seca es la marca Garofalo, dentro de las salsas de tomate (aunque a mi solo me gusta la salsa casera y es tan fácil de hacer…) pero Fabiana nos recomienda la de la marca CIRIO, siempre y cuando no tengamos en casa salsa de tomate casera. Partiendo de esta base, para la cocción de la pasta siempre pondremos muchísima agua y bastante sal gruesa y nada, ni tan siquiera una gota de aceite. No verteremos la pasta hasta que el agua no hierva a borbotones y cuando vayamos a cocinarla con alguna salsa o lo que se la pasta la guisaremos al final del todo, no necesita de reposo y recalentarla hace que pierda toda su suavidad y se seque.

El tiempo de cocción el que indique el fabricante en el paquete y por supuesto que el tiempo que nos diga «al dente». La pasta que pasa de más minutos de cocción nos hace recordar a un chicle.

Dado que lo recomendable es comenzar por la salsa o el acompañamiento una vez lo tengamos hecho y comencemos a guisar la pasta, siempre verteremos la pasta directamente desde el agua (ayudándonos con una espumadera y que solo escurra ligeramente del agua de su cocción) al recipiente donde tendremos la salsa y mezclaremos bien. Una vez mezclado verteremos 1 o 2 cucharas soperas del agua donde hemos cocido la pasta y mezclaremos con el resto. A esta acción los italianos lo llaman «mantecar» porque ayuda a humedecer la pasta y le da justo ese toque de suavidad y melosidad que hacen una pasta única y exquisita.

Hasta hace un tiempo yo esto lo hacía fatal porque escurría el agua y encima vertía agua fría por encima para parar la cocción y solo estaba consiguiendo que la pasta se secara y se transformara en algo parecido a una piedra.

El queso siempre se pone al final cuando ya vayamos a comerla y cada cual a su gusto. También estaba acostumbrada a ponerle queso parmesano y resulta que los italianos para la pasta utilizan el queso Pecorino de un sabor similar al parmesano pero es que al juntarlo con la pasta, no tiene nada que ver uno con otro. Vale el parmesano pero si tienen oportunidad de encontrar el queso Pecorino (yo solo lo encontré en Carrefur) les recomiendo que lo prueben con un buen plato de pasta calentita porque estarán ante algo sublime!!!

Y así de pronto, estos para mi han sido algunas de los ya no tan secretas  recomendaciones de Fabiana, alguna más les contaré pero con estas por hoy nos valen para elaborar nuestra receta.

Eso sí, nosotros no tendremos la suerte de mi hermana ya que Fabiana compraba los ingredientes, iba a su casa y le enseñaba en vivo y en directo todos estos detalles y muchos más. Cada vez que me llamaba o me enviaba fotos, crecía mi envidia porque yo habría pagado por estar ahí con ellas a un ladito, sentadita sin molestar a nadie. Cada vez que me llamaba imaginaba los olores en su casa, esos vapores que desprende la pasta al guisarla, ese aroma que desprende el queso Pecorino recién rallado y no les digo nada de los sonidos que me salían desde las entrañas imaginando el sabor que ellas estaban probando…..

Pero me conformo con haber recibido las clases teóricas y los benditos tutoriales vía Whatssapp porque en casa hemos dado un giro de 360º a nuestra forma no solo de cocinarla y comerla sino también de apreciarla. Solo decirles que mi hijo el mediano no comía pasta de ningún tipo y desde que Fabiana entró en la vida de mi hermana, mi hijo el mediano pide pasta cada día de la semana.

INGREDIENTES (para 4 personas)

3 Salchichas frescas de cerdo

300 grs de setas

400 grs de Macarrones

2 dientes de Ajo

Aceite de Oliva virgen

Perejil seco

150 grs queso Pecorino (si no lo encuentran sirve el Parmesano)

MODO DE HACERLA:

Cortamos las salchichas en pedazos o rodajitas y las salteamos, con poco aceite porque desprenden parte de su grasa. Cuando estén doraditas las sacamos de la sartén y reservamos.

En la misma sartén, sin lavarla, incorporamos los dientes de ajo bastante picaditos y cuando empiecen a dorarse, sin que se quemen, incorporamos las setas y las salteamos hasta que cojan color y suelten parte del líquido (se reducen bastante de tamaño al deshidratarse por el calor)

Ya en ese momento, podremos poner a cocer nuestra pasta, con los truquitos que les dejé al principio de esta entrada.

Una vez guisada incorporamos los ingredientes cocinados, de las setas volcaremos todo, incluida el agua que sueltan, mezclamos y como toque añadiremos 1 cucharada tamaño postre de perejil seco.

En la mesa dispondremos del queso Pecorino recién rallado y que cada uno le ponga al gusto. Y prepárense para que exploten los diferentes sabores, todos untuosos pero con mucha potencia. Rico no, riquísimo!

Y se olviden de «mantecar» , esto es, antes de incorporar el perejil seco, añadir unas cucharadas del agua aún caliente donde cocinamos la pasta.

Buon appetito!!!


 

 

 

 

 

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