Me encanta la coliflor y me la como hasta cruda, aunque reconozco que en el momento de hervirla se pasa un ratito regular con los olores que desprende.
La afición por este tesoro, porque espero que sepan que todo lo que aporta es buenísimo para nuestros cuerpitos, me viene desde niña y si ya yo jugaba en otra liga con los platos que me preparaba mi abuela, imagínense las caras de asombro de mis amiguitos y amiguitas cuando les contaba que había almorzado o cenado, coliflor.
Provocaba tal asombro que era algo así como decir que alguien no había llorado con la muerte de Chanquete. Continuar leyendo «Coliflor con bechamel de jamón»