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Ensalada Waldorf

Mi amigo Ángel cada vez que en una reunión, en una sobremesa o en cualquier tipo de encuentro social, a alguien le daba por hablar de enfermedades, entonaba un tango, así de repente. Enseguida captaba la atención del resto y el tema se daba por zanjado.  Hace tres días recordé de pronto su estrategia y me estoy quedando afónica entonando el Cambalache de Enrique Santos Discépolo, entre otras cosas, porque es el único tango que me sé. Continuar leyendo «Ensalada Waldorf»

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Canelones de pavo y puerro

A día de hoy solo conozco esta receta porque la cocinaba a menudo mi madre. No conozco a nadie más que la hiciera. Hoy por hoy ya tiene su mini club de fans entre mis amigos porque es la típica receta que haces, que gusta, que repiten y que salen de casa con la receta manuscrita y si hay cierta confianza hasta con el tupper de lo que poco que suele quedar. En casa se hace con relativa frecuencia, he de decir que el presidente de este mini club de fans es mi chico así que se ha convertido en el plato perfecto para celebrar todo tipo de acontecimientos domésticos: cuando alguno regresa de estar días de viaje, cuando se nos acumulan tensiones, cuando celebramos un cumple, un santo, un aniversario, una gripilla que te deja inapetente o una reconciliación entre nosotros o con el resto del mundo. Si tuviéramos escudo de familia, los canelones irían en el centro porque forman parte de ese lenguaje en el que solo nos entendemos los que habitamos bajo el mismo techo. Los canelones de pavo y puerro llegan a la mesa y entendemos que ese día es especial y créanme que cuando los prueben les sucederá lo mismo y cada vez que se digan qué preparo que el día se presta a celebrarlo, terminarán haciendo los canelones de pavo y puerro. Continuar leyendo «Canelones de pavo y puerro»

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Brownie de chocolate

No se ustedes pero yo sigo masticando polvo. Me duelen los brazos de barrer y volver a barrer y barrer lo barrido. La aspiradora se va a quemar porque lleva enchufada 72 horas y no hay manera. Mientras tanto sigo a lo mío y sigo barriendo a la vez que canturreo eso de Que llueva, que llueva…. Pero es que de tanta tierra me he quedado afónica y no llegan a destino mis plegarias. Continuar leyendo «Brownie de chocolate»