Recetas del mar para estas fiestas

Desde hace algunos años, en mi familia vamos alternando el plato principal del menú de Nochebuena. Un año carne y al otro, un principal con sabor a mar. Aquí les dejo las más populares, así como las que hemos ido probando en estos últimos años en que nos ha dado por la alternancia. Elijan la que más les guste, pero si deciden por las tres, tampoco es mala idea.

CHERNE CON GAMBAS Y GULAS

Desde hace unos años, en casa nos decantamos por un pescado como plato principal en alguna/algunas comidas navideñas, pero ello no nos hace sumarnos a la novedosa liga contra el chuletón. Agradecemos que alguno de los encuentros venga coronado por un delicioso y más ligero plato de pescado que de cualquier otra carne o ave. Con los niños de la casa eso antes era un problema, ya no. Afortunadamente ya saben apreciar la suavidad de un buen pescado. Si consigues dejarlo en su punto, que es bien fácil si la materia prima es buena y si vigilas el horno como a un peque en un parque. Triunfarás y brillará sin necesidad de adornos. Un plato bárbaro, con una digestión más que agradecida. Lean, cocinen y prueben. Les recomiendo que al menos en el encuentro de Nochebuena, Navidad, Nochevieja o como almuerzo para celebrar la llegada de Sus Majestades de Oriente, se regalen un buen pescado como éste, porque seguro que será un merecido regalito para nuestros invitados y para nosotros mismos.

 

INGREDIENTES:

 

  • Un cherne de unos dos kilos, fresco.
  • Sal gruesa.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Dos dientes de ajo.
  • 200 gr. de gulas
  • Unas 10 ó 12 gambas frescas.

 

ELABORACIÓN:

 

En mi pescadería de cabecera me suelen lavar muy bien el pescado pero cuando llego a casa, me gusta darle un ligero enjuague. Para esta receta, pediremos en la pescadería que nos corten los lomos del cherne y retiren la piel y la espina. Podemos guardar ésta junto con la cabeza para un buen caldo en otro momento. Comenzaremos encendiendo el horno a 170º calor arriba y abajo y procurando no encender el ventilador para que no se nos pase la textura del pescado.

Daremos un enjuague a los lomos y los cortaremos más o menos como de un tamaño de ración para cada comensal.

 

Secaremos ligeramente los lomos ayudándonos de un papel absorbente y los colocaremos  obre una tabla para salarlos por ambas partes.

 

Dispondremos un ligero fondo de aceite de oliva sobre una bandeja apta para horno e iremos colocando el pescado. Cuando ya lo tengamos dispuesto, verteremos un chorrito de aceite de oliva por encima de cada lomo.

 

Con el horno ya caliente, introduciremos la bandeja y calcularemos 10 minutos. Cuando al pescado le queden dos minutos para finalizar, cortaremos en pedacitos muy pequeños los dos dientes de ajo y los saltearemos sin que se quemen.

 

Bajaremos la potencia del calor a intensidad media y saltearemos las gulas con los ajos, durante un minuto más.

 

Pasado el primer minuto, incorporaremos las gambas crudas.

 

Removeremos y mantendremos un minuto más y retiraremos del calor para que no sequen. En ese momento ya tendremos el pescado listo y con cuidado de no quemarnos, iremos disponiendo los lomos sobre la bandeja en que vayamos a servirlos.

Coronaremos cada lomo de pescado con las gambas y las gulas y llevaremos sobre la marcha a la mesa. Verán que ovación reciben en cuanto lo prueben.

 

CANELONES DE LANGOSTINOS Y MEJILLONES

Recuerdo unas navidades de hace algunos años, aún siendo adolescente, que andaba yo de cháchara con una amiga, contándole todo lo que se estaba preparando en casa para la cena de Nochebuena. Y es que hablar de comida es algo que me fascina desde hace mucho tiempo. Yo le conté de las carnes, de los pastelones de mi madre, de las guarniciones apoteósicas que llevaban más tiempo de elaboración y cuidado que el plato principal. Ella me escuchaba entre el asombro y la incredulidad. Cuando le llegó su turno recuerdo que me dijo; Mira Vane, en mi casa en Nochebuena se cenan canelones y en Nochevieja tortillas de papas. Y entonces fui yo la que pasé a ser presa de la incredulidad y el asombro hasta que me explicó. Somos ocho hermanos, seis de ellos varones  y comen el triple de cualquier ser humano de media. En mi casa hacer tortilla de papas porque sí, es una faena de horas, de huevos y de estar en la cocina y tres cuartos de lo mismo sucede con los canelones. Mi madre tarda toda la mañana y gran parte de la tarde, solo en rellenarlos, así que cuando llegan las fiestas, todos suspiramos por sus canelones y su tortilla y es nuestra cena estrella y no la cambiamos ni por cigalas, ni por langostinos ni por nada de lo que se suele cocinar en estas fiestas. Y es que no hay mejor menú que el uno ansia durante el año, sobre todo esos platos que nuestras madres y abuelas cocinan como nadie. Eso si que sabe a Navidad de la buena.

Prueben ahora a hacer estos canelones, sin pensar que no tienen etiqueta para la ocasión. Hagan suya esta receta y verán como el año que viene, pudiera ser que la pasta vuelva a casa por Navidad y se convierta en tan típica como lo demás.

 

 

INGREDIENTES:

 

  • Medio kilo de langostinos cocidos.
  • Dos latas de mejillones al natural.
  • Una cebolla.
  • Dos cucharadas soperas de Maizena.
  • Medio vaso de leche fría.
  • Sal gruesa.
  • Pimienta negra.
  • Aceite de oliva.
  • Pasta de canelones.
  • Medio litro de salsa bechamel (casera o envasada)
  • Agua.

 

ELABORACIÓN:

 

Comenzaremos cociendo los langostinos y reservaremos los cuerpos y las cabezas. Aprovecharemos las segundas y le daremos un segundo hervor para hacer un ligero fumet., cubriendo las cabezas con agua, dejando que rompa el hervor y ayudándonos de una espátula para ir apretando las cabezas y sacarles todo el juego. No las dejaremos al calor más de cinco minutos. Colamos y reservamos.

Los cuerpos de los langostinos y los mejillones, a los que les habremos retirado el líquido en el que vienen, los picaremos muy menudos. Mejor si este paso lo hacemos con picadora eléctrica. Reservamos.

Picaremos también muy menuda la cebolla y si les parece cómodo, pueden hacerlo también en picadora eléctrica.

 

En una sartén con buen diámetro, sofreiremos la cebolla hasta que quede transparente.

Una vez tengamos el punto de la cebolla, añadiremos los langostinos y mejillones que teníamos reservados. Mezclaremos bien y mantendremos a fuego bajo.

 

Entre tanto, en un vaso incorporaremos las dos cucharadas de Maizena y las cubriremos con leche fría y un ligero chorrito del fumet que teníamos reservado.

Mezclaremos bien y verteremos la mezcla sobre el relleno que teníamos en la sartén. Moveremos hasta integrar y observar que obtenemos una especie de pasta cremosa, muy parecida a la que se obtiene haciendo croquetas.

 

 

Retiraremos del calor y dejaremos atemperar. Como penúltimo paso, cubriremos con la mitad de la bechamel el fondo de una bandeja apta para horno.

Rellenaremos uno a uno los canelones y los colocaremos sobre la bechamel.

 

Con la otra mitad de la bechamel, cubriremos los canelones por completo. Como truco les diré, que en caso de haberles sobrado parte del relleno, lo pueden incorporar a la bechamel que cubre los canelones y potenciará mucho el sabor.

 

Introduciremos en el horno, previamente caliente y daremos el tiempo de cocción que nos indique el fabricante. Inmediatamente los llevaremos a la mesa y ya verás las caras de sorpresa desde que lo prueben, aunque ya solo el aroma, enamora.

 

SALMÓN MARINADO

 

Hay recetas que son ideales en cualquier momento del año y esta es una de ellas, pero es que cuando llega la cena de Nochevieja, donde normalmente el cuerpo pide divertirte y tomártelo todo de una manera más relajada que en Nochebuena, esta receta se hace más apañada que cualquier otra.

Primero, porque comienzas a marinar el salmón el día antes y eso ya suma muchos puntos. Amaneces más relajada el 31 sabiendo que en la nevera se está “cociendo” algo delicioso y sorprenderte. Segundo, porque apenas ensucias y solo tendrás que poner especial atención y cariño en el corte del salmón para que quede precioso y,  tercero, porque está tan bueno que nadie se creerá lo poco que te ha costado hacerlo.

Y para terminar de rizar de el rizo, ligerito y sano y así dejaremos hueco para las uvas.

 

 

INGREDIENTES :

 

  • Cuatro lomos de salmón fresco.
  • El zumo de dos limones.
  • Dos cucharadas soperas de azúcar blanca.
  • Un toque de pimienta negra.
  • Una cucharada tamaño postre de sal gruesa.
  • Una cucharada sopera de eneldo. (Puede ser fresco, mejor, o seco)

 

 

ELABORACIÓN:

 

Comenzaremos disponiendo los lomos en una fuente amplia pero procurando que quede poco espacio entre ellos.

En un vaso de batidora, verteremos el zumo de los limones.

Añadiremos el azúcar.

También el eneldo, el toque de pimienta y la sal.

Batiremos bien, preferiblemente con batidora eléctrica, hasta que se mezclen perfectamente todos los ingredientes.

Con la mezcla, bañaremos por completo los lomos de salmón.

Y ahora llega una parte importante de la receta, buscaremos un recipiente con el que hacer peso sobre los lomos para que se maceren correctamente.

Taparemos bien, procurando que no le entre nada de aire y meteremos en nevera durante 24 horas, teniendo la precaución de darle la vuelta a los lomos cuando hayan pasado 12 horas.

Pasadas las 24 horas, retiraremos los lomos secándolos ligeramente y los cortaremos del tamaño que más nos guste.

Y ya por último solo nos quedará buscar una bandeja bonita donde presentarlo porque ya el sabor, estará garantizado.

 

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