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Souflé fácil de chocolate

Reconozco que el dulce no es mi fuerte pero a veces sucede que doy con un postre que me gusta y entonces me vuelvo adicta, hasta que, como con todo en la vida, me canso y un tiempo después vuelvo a dar con otro pecado.

Este es un souflé que siempre sube, solo hay que seguir los sencillísimos pasos de la receta y el resultado les sorprenderá tanto que seguro que la terminarán haciendo para presumir ante invitados.  Y no solo por la buena pinta y los aromas que va dejando a su paso, sino porque al partirlo verán como brota el chocolate caliente en cascada cremosa y calentita, capaz de derretir cualquier helado que lo acompañe. Los ojos en ese momento, nos empiezan a dar vueltas y vueltas, mientras la mano dominante coge la cuchara para llevarla con prisa hasta nuestro paladar que salivará sin cesar e impaciente.  Y entonces, nuestra boca se llenará de chocolate, tibio y suave pero que a la vez, dejará cierto camino rasposo en nuestra garganta que nos llevará de nuevo a coger cuchara y seguir rompiendo sin piedad el souflé hasta convertirlo en restos de hilos de chocolate en un plato y en ese momento, apoyaremos la espalda en la silla y un ligero aliento de satisfacción nos saldrá desde las entrañas y si estamos en confianza quizás hasta nos desabrochemos el botón del pantalón. Y así, felices y plenos, pensaremos en una nueva fecha en la que volver a disfrutar, con los cinco sentidos, de nuestro souflé de chocolate.

INGREDIENTES

  • Tres huevos
  • 110 gr.  de azúcar blanca.
  • 100 gr. chocolate fondant.
  • 90 gr. de mantequilla.
  • 35 gr. de harina de esponja.
  • Una cucharada pequeña de cacao en polvo.
  • Una cucharada grande de leche.ELABORACIÓN:

Empezaremos derritiendo al baño maría el chocolate junto con la mantequilla. Lo haremos a fuego medio y lo iremos removiendo para que no se formen grumos.  Cuando ya lo tengamos todo derretido, retiraremos del calor y reservaremos hasta que se atempere.

En un recipiente ancho, cascaremos los huevos e incorporaremos el azúcar. Batiremos hasta que comience a espumar la mezcla. No es necesario que blanquee.

Una vez tengamos la mezcla del chocolate y la mantequilla fundidos y atemperados, lo verteremos sobre la mezcla de los huevos con el azúcar. Incorporaremos también la cucharada de leche y batiremos bien hasta que todo el conjunto quede totalmente integrado.

Sobre esta mezcla iremos incorporado la harina pero para ello, la pasaremos primero por un tamizador o un colador de malla fina.  También incorporaremos la cucharada de cacao en polvo. Con ayuda de una espátula mezclaremos bien y siempre procurando que no quede ningún grumo.

Y ya tendremos lista la masa de los souflé y lo que nos quedaría será preparar los moldes donde vayamos a hornearlos. Los más ideales para ello son los moldes pequeños de flan. Los engrasaremos bien por el fondo y por todos los laterales, teniendo la precaución de engrasar todas las paredes de los moldes, ya que los souflés cogerán volumen al hornearlos.

Una vez los tengamos todos correctamente engrasados, rellenaremos cada uno con la mezcla, pero solo hasta la mitad de la altura del molde, dado que debe quedar especio dentro del mismo para que el souflé crezca al calor y se nos rebose del molde.

Una vez tengamos todos rellenos, taparemos cada uno de ellos con papel de aluminio o film transparente y los meteremos en el congelador, al menos durante una hora antes de hornearlos.

Pasada la hora, precalentaremos el horno a 210º calor arriba y abajo y sacaremos los souflés del congelador unos cinco minutos antes de hornearlos.

Una vez que el horno esté caliente, introduciremos los souflés durante ocho minutos.  Pasado el tiempo de cocción, sacaremos del horno y desmoldaremos sobre la marcha con cuidado de no quemarnos.

La textura final será como un bizcocho por fuera que al romperlo saldrá un relleno delicioso de chocolate fundido. Lo ideal es acompañarlo de una buena bola de helado del sabor que más nos guste. Yo les aconsejo que prueben a dejar de lado la típica vainilla y se animen con el de sabor de avellana.

Si no quieren hornearlos todos a la vez, en el congelador se mantienen hasta dos meses.

 

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