Flan de queso fresco

Vierten las estadísticas que lo que más nos está dando por hacer estos días en la cocina son postres. Yo no soy muy de dulces pero este flan fue un amor a primera vista. Si les digo que es delicioso, no le estaría rindiendo sus merecidos honores a la vez que no encuentro palabras a la altura de su espectacular sabor. Anímense a hacerlo porque de veras que les va a gustar. Que no les pare ningún ingrediente bien porque no les guste o bien porque no lo tengan que aquí, les cuento todo con detalle…..

Un día cualquiera de los de este confinamiento, una amiga me envía por WhatsApp la imagen de los productos que Leche Sandra envía a casa. Enseguida me acordé del flan, en cuanto leí que te enviaban a casa leche fresca, yogures de verdad y queso fresco y como así son los caprichos, yo quería tener todo eso, en casa y a ser posible ese mismo día.

Sin varita mágica y con mi buena amiga por enlace, Leche Sandra me envió a casa mis deseos hechos realidad. La imagen del amable señor, entrando por el pasillo que le traía hasta casa, me transportó de repente a cuando era niña y tocaba a la puerta el señor de la leche Sandra  y dejaba aquellas bolsas de leche fresca. Esa leche que de verdad deja bigote cuando la tomas. Leche, leche de verdad. La leche que todo lo hace más bueno, los postres, los cafés de la mañana y los cortados de la tarde, la bechamel o cualquier otra salsa . O cualquier otra receta. Y aquella imagen tan cotidiana en mi niñez, de repente se convirtió en algo extraordinario en mi presente.

Melancólica corrí a buscar a mis hijos, tenían que probarlo todo. La mayor, en menos de dos días reconoce su adicción a los yogures, ya no quiere otros cuando abra la nevera. El pequeño ahora se hidrata con leche y no con agua y el mediano devora el flan junto con su papi. Si no me apuro, no alcanzo ni a probarlo.

Así que en pleno confinamiento hemos decidido crear un club de fans, porque nos gusta lo bueno, lo auténtico, lo sabroso y encima vienen a casa, como cuando era niña. De paso me regalan el recuerdo de mi abuela, abriendo la puerta, saludando con familiaridad y cariño al señor de la Leche Sandra (mi abuela no bebía otra leche) preguntándole por la familia y la salud, procurándole una buena propina y deseándole suerte. Así semana tras semana, mientras al final del pasillo, dentro de la cocina, afanada yo le daba el corte a la bolsa de leche y pintaba mis bigotes con leche de verdad.

Aquí les dejo imagen de como pedir los productos a casa, donde todos debemos de estar. 

INGREDIENTES:

• Medio kilo de queso fresco
• 200 gr. de yogurt natural
• 250 ml de leche entera. mejor si es fresca
• 100 gr de azúcar blanca
• Caramelo líquido
• Tres huevos

MODO DE HACERLO

Para hacer este postre, nos ayudaremos de una batidora eléctrica. En el vaso de la batidora donde vayamos a trabajar, volcaremos por este orden, todos os ingredientes, excepto el caramelo.

Primero los tres huevos, seguidamente la leche, el azúcar, el yogurt y por último el queso que previamente y para que nos sea más fácil batirlo, lo partiremos en pedazos.

 

Batiremos muy bien, sin que quede ningún trozo ni ningún grumo, Aproximadamente estaremos batiendo unos dos minutos. Ya en este momento deberemos encender el horno a 200º calor arriba y abajo.

El resultado será una crema blanquecina y líquida. Reservamos.

En el molde en el que vayamos a hacer nuestro flan, verteremos caramelo líquido al gusto. Lo pueden hacer casero, mezclando en frío medio vaso de agua con diez cucharadas de azúcar. Una vez diluida el azúcar en el agua, en frío, lo pondremos a calentar, sin mezclar en ningún momento porque se nos cristalizaría. Cuando aprecien que la mezcla tiene el color del caramelo, lo vertemos sobre la marcha en el fondo del molde. Mucho cuidado de no tocarlo porque las quemaduras con caramelo son muy dolorosas. En este caso yo utilicé caramelo embotellado porque tenía ansiedad por terminar pronto mi flan.

Repartimos bien el caramelo, procurando que toque las paredes del molde y todo el fondo.

Una vez tengamos el molde listo, vertemos por completo la mezcla que teníamos reservada en el vaso de la batidora.

Este flan se cocina con la técnica del baño María, así que dispondremos de una fuente de horno más grande que el molde donde tenemos la mezcla, llenaremos de agua hasta que coja más o menos la altura del molde donde está el flan e introduciremos el molde con la mezcla, dentro de donde tenemos la fuente con el agua.

Ya el horno estará caliente, así que introduciremos la fuente con el molde dentro y calcularemos 60 minutos a la misma temperatura a la que lo hemos precalentado.

Tengan en cuenta que no hay dos hornos iguales, así que lo ideal es que a partir del minuto 40, vayamos vigilándolo. Si aprecian que se va tostado demasiado por arriba pero que aún no ha cuajado, podremos colocarle una papel vegetal para horno, para evitar que la parte de arriba se nos queme. también a partir del minuto 40 iremos comprobando como le va de cocción, con la técnica de meter un cuchillo en el centro. El flan estará cuajado cuando el cuchillo salga limpio.

Una vez lo saquemos del horno, dejaremos que se atempere dentro de la fuente con agua donde lo hemos cocinado al baño María. Será algo así como una hora. Pasado ese tiempo, lo ideal es taparlo bien y meter en la nevera, al menos tres horas más y esto lo haremos incluso antes de desmoldarlo. Lo ideal es desmoldarlo cuando vayamos a servirlo.

Una vez frío se desmolda muy fácilmente, colocaremos la bandeja donde lo queremos servir encima el molde y voltearemos como si estuviéremos haciendo una tortilla. Dejamos así, tal cual, y como un minuto después, el flan caerá por su propio peso sobre la bandeja.

Espero que se animen a hacerlo y a probarlo porque de veras que es un postre absolutamente irresistible y si además utiliza los mejores ingredientes, vas a pasar comiendo flan de queso tierno, el resto del confinamiento.