Una pizza diferente


Con mi cuñado Javier comparto dos grandes pasiones, una es mi hermana Patricia por la que siento debilidad y admiración a parte de quererla con toda mi alma y otra es la cocina. Javier cocina de aquí al infinito y vuelta mejor que yo y cada vez que me invita a cenar a su casa, siento algo así como maripositas en el estómago y me salto el almuerzo para llegar con ganas porque antes de verlo y de saborearlo se que me voy a encontrar con exquisiteces únicas y fabulosas. La última, entre otras muchas cositas ricas, fue esta pizza diferente o pizza falsa o pizza sin masa, no se crean, me he devanado los sesos pensando que titular le iría mejor a esta entrada así que lo dejo a la inspiración de cada uno.

Nada más entrar por la puerta empiezas a notar que se te mueven los jugos gástricos y que suenan pidiendo  a gritos eso que percibe nuestro olfato. Y ahí está él, con su mandil que ahora que ha adelgazado unos kilillos  le queda de catálogo, sonriendo y repartiendo besos mientras te pone una copa de vinito en la mano y estira la otra ofreciéndote un jamoncito y un quesito.

Estás a gusto pero lo que realmente te pide el cuerpo y la mente es que se deje de dar vueltas a los pucheros y que se deje de abrir y cerrar la puerta del horno y saque de una vez eso que se está cocinando.

Y ese momento llega…. Y cuando llega es mágico porque altera a la vez muchos de nuestros sentidos.

Esta receta que les traigo fue uno de los entrantes de esa noche. Se trata de hacer al igual que con cualquier pizza, una con los sabores que más nos gusten y la diferencia y lo que la hace única, jugosa, suave, es que no lleva masa sino un champiñón gigante. Yo los consigo en la frutería de en frente de casa y en casi cualquier frutería puedes encontrarlos. Cierto es que en los supermercados que yo frecuento nunca los he visto pero pudiera ser que tampoco me haya fijado.

En este caso el relleno fueron puerros, bacon y queso Gouda. Por supuesto que con salsita de tomate casera, pero si tienen un buen tomate de bote también vale (nunca ketchup por favor) y el toque de orégano.

Ahora les iré contando paso a paso y por mi parte solo espero que Javier se siga inspirando, me siga invitando y seguir disfrutando de nuestras comunes pasiones; pasar más tiempo con mi hermana y comer todo lo que Javier nos prepare.

INGREDIENTES

Si lo vamos a hacer como entrante, con un champiñón gigante pueden picar dos, si por el contrario lo vamos a usar como plato, mínimo uno por cabeza.

En mi caso los preparé como entrante para cenita entre cuatro y ya les digo que si llego a hacer más, más que se habrían comido.

  • Champiñones grandes
  • En este caso, por cada champiñón, utilicé 1/2 Puerro (solo la parte blanca)
  • 150 grs de Bacon en tiritas (para los dos champiñones)
  • 200 grs de queso Gouda
  • Aceite de oliva
  • 4 cucharadas soperas de salsa de Tomate
  • Orégano al gusto

VAMOS A EMPEZAR

Antes que nada ponemos el horno a calentar a 200º calor arriba y abajo  si tiene función ventilador, la activamos sin problema.

En lo que se calienta el horno, lavamos muy bien los champiñones porque vienen con bastante tierra y cortamos el tallo, si queremos lo reservamos y podemos añadírselo al relleno.

Los secamos y los pintamos, solo por la parte rugosa (por la que después colocaremos el relleno) con aceite de oliva e introduciremos al horno, a la temperatura que ya está, unos 12 minutos.

Durante esos 12 minutos, iremos cortando bien pequeñito todos los ingredientes de nuestra falsa pizza.

Empezaremos por el puerro y lo saltearemos en una sartén con muy poca aceite (de oliva por supuesto) sin llegar a dejar que tome color, cuando empiece a estar algo blandito, añadiremos el bacon en tiritas a la sartén.

Pasados unos 5 juntos a fuego medio, retiramos de la sartén, escurrimos por si tuvieran resto de aceite o de grasa del bacon y dejamos que temple un poco para que al mezclarlo con el queso, no empiece a derretirse antes de tiempo.

Pasados unos minutos, mezclamos con el queso que lo habremos rallado previamente y con la salsa de tomate.

Mezclamos bien hasta que veamos integrados todos los ingredientes.

Ya pasados los 12 minutos de los champiñones al horno y con el relleno preparado, podemos empezar a rellenarlos por encima con nuestra pasta y coronamos con un toquito de orégano.

Y ya listo para volver a meter al horno, unos 8 minutos más. En cuanto veamos el queso fundido, ya podremos sacarlo y empezar a degustarlo. Si queremos seguir pensando que es una pizza especial, podemos cortarlo en cuñas con cuidado (a mi se me desmoronaron las cuñitas un poco) pero seguían estando igual de riquísimas!!!!

 

 

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