Tartar de atún sublime

De veras que no es ninguna exageración. Este tartar está sublime y no solo por la materia prima que debe ser un buen atún rojo, sino porque además conseguí gracias a mi amiga Dolores darle el punto justo de equilibrio al aliño. El tartar no tiene secretos ni complicaciones pero si les digo que es una receta que se debe hacer despacio, con paciencia y con cariño. Deberemos cortar el atún a cuchillo que previamente lo habremos congelado para liberarlo de posibles anisakis y así aprovecharemos cuando aún le quede un puntito de congelación porque será mucho más fácil de cortar y los cuadraditos nos saldrán pequeños y uniformes.

El aguacate maduro pero firme para que al cortarlo, también a cuchillo, no se nos haga puré y procurando que los cuadraditos sean del mismo tamaño que los del atún. Este ingrediente lo podemos sustituir por manga, también madura pero firme, pero a mi chico no le gusta mezclar frutas en recetas saladas, así que yo nunca lo pongo.

Unos tomates cherry dulcitos. Yo me declaro adicta a los que venden tipo pera en la frutería de en frente de mi casa.

La cebolla si es morada de Gáldar fantástico pero si no la consiguen, pueden dejarla en agua un rato antes para que suelte parte del picor que desprende la cebolla cruda, tanto al cortarla como al comerla. Yo en este caso no tenía y la puse blanca que me las habían regalado y estaban súper ricas y dulcitas. También se puede sustituir por cebolletas que ya las tienen no solo en mercados y fruterías sino en prácticamente en todos los supermercados.

Y el aliño ahora se los desvelaré, así como la historia que no es otra que pasar un feliz domingo entre amigos, amigos que son familia por elección. Tanto a Dolores como a mi nos encanta la cocina y nos gusta hacer y probar cositas nuevas o diferentes. El tartar no era un secreto para ninguna de las dos hasta que ella probó uno y no tardó nada en hacerlo para nosotros y el resultado es éste que les traigo. En realidad no difería tanto del que ya nosotras hacíamos pero las cantidades y algún que otro añadido al aliño convirtió el tartar en algo sublime y hoy ninguna de las dos hace el que hacíamos entonces.

Si es que como con tantas cosas en la vida, muchas veces solo es cuestión de detalles para convertir lo cotidiano en algo fabuloso, como lo es tener AMIGAS como Dolores con las que te une un profundo cariño, donde la lealtad y la confianza se dan por bien sentadas y disfrutar con ella y de ella compartiendo aficiones, un buen vino, un buena charla, un viajito o un ratito, porque ella a parte del tartar, vuelve sublime muchas cosas de esta vida!

INGREDIENTES

• 400 grs de un lomo de Atún Rojo
• 1 Aguacate maduro pero lo más firme posible
• 1 Cebolla morada (medina) o blanca procurando que sea dulcita
• 10 Tomates cherry

ALIÑO

• 75 ml de salsa de Soja
• 1 cucharada tamaño postres de mostaza (no dulce) la mejor la de Dijon que no sea en granos
• 1 cucharada sopera de salsa Perrins
• 1 cuchara tamaño postre de alcaparras
• 50 ml de Aceite de Oliva Virgen
• 2 ó 3 gotitas de Tabasco
• Un poco de ralladura de limón (solo la parte blanca)
• 1 Guindilla seca (no se asusten con este ingrediente)

VAMOS A ELLO

Empezaremos cortando el atún en pequeños dados y desde que terminemos de cortarlo, lo taparemos y lo reservaremos en la nevera.

Haremos lo mismo con el aguacate, los tomates y la cebolla, procurando cortar todos los ingredientes de manera homogénea. Los colocaremos junto con el atún, sin mezclar, sino poniéndolos encima del atún y todo de nuevo tapado y conservarlo junto en frío. No se preocupen que al juntar los ingredientes y taparlos, el aguacate no se oxidará.  Es importante que sobre todo el atún se conserve en frío hasta el momento de servir.

Y ahora a por el único y sencillo secreto del aliño. Poner todos los ingredientes, todos, todos y batir con batidora eléctrica. No se echen para atrás por el hecho de que lleve guindilla seca, de verdad que el punto de picor que le da lo hace aún más adictivo. De todas maneras si rechazan el picante suave (que es como se queda finalmente) pueden optar por no ponerlo. Si son imprescindibles las gotitas de Tabasco.

Yo siempre preparo esta receta en dos partes por un lado los cortes de atún, aguacate, cebolla y tomates y por otro lado el aliño que también reservo en un tarrito en la nevera. Justo cuando ya lo vamos a comer, mezclo lo sólido (atún, aguacate, tomates y cebolla con los líquidos ya batidos del aliño que les aconsejo, vaya vertiendo poco a poco para que nos quede un tartar ensopado, sino jugoso y húmedo sin que choree el aliño. Pudiera ser que les sobre algo de aliño.

Y a comer acompañado de unas buenas tostas de pan, mejor si es finito tipo pan de cristal pero no de los que se rompen fácilmente. Yo prefiero hacerlo yo misma al horno con pan del día anterior, sabe mejor y se rompe menos, sino en el supermercado de El Corte Inglés venden uno ideal pero no me quedaba en casa para hacerles la foto. Prometo colgarla más adelante desde que lo vuelva a comprar.