Esta receta, como tantas otras de mi repertorio, es legado de mi abuela materna. En casa, el atún en adobo se preparaba con cierta frecuencia cuando ella daba con la materia prima que más le gustaba. Rojito, con la veta de grasa justa, la parte del lomo perfecta, que de paso se lo llevaba enterito para ella y sus recetas.

Ir con mi abuela al mercado era recibir una clase magistral sobre producto fresco. Hasta para comprar plátanos, dábamos vueltas y vueltas hasta conseguir los manzanos  y si no habían, pues de nuevo a buscar los plátanos en su punto de maduración exacta porque como ella decía, tenían que ser manteca al masticarlos.

 

Cuando encontraba el atún, la faena empezaba la víspera, porque había que dejarlo macerando toda la noche y cuidadito con la graduación de la temperatura de la nevera para que el atún no se quemara de frío.

 

Cierto es que no estamos en la época perfecta para consumir atún, por nuestras aguas, los mejores se consiguen desde la primavera y hasta el otoño, pero una buena amiga me regaló un buen taco de atún y no pude resistirme a prepararlo.

 

Mi abuela contaba que en la península, preferían el atún encebollado, pero argumentaba que eso era así, porque no conocían esta receta.

 

Una vez y comenzaba la mañana, empezábamos a pelar los ajos y a retirarles el germen, de lo contrario podías pasar ratitos incómodos el resto del día y, los que estuvieran a tu alrededor, también. De resto, acopiábamos los ingredientes, el pimentón que sí o sí tenía que ser de la Vera y comprado en la tienda de especias del Mercado Central. El aceite de oliva de graduación suave, el vinagre de mesa pero de Ybarra. El orégano, también del Mercado o de la finca de mis tíos en Valsequillo. Y la sal gruesa, que estuviera sequita.

 

Ella preparaba la mise en place como nadie y hasta que no tuviera todos los ingredientes en disposición, no empezaba con la receta. Así era ella, en la cocina y en su vida, metódica, maniática, aferrada a tradiciones y costumbres, y siempre al pie del guión de toda una parafernalia, con el único fin de que los demás disfrutáramos de su comida, su compañía y su sabiduría, porque cada plato llevaba su por qué y su argumento, y con el atún, el omega 3 y sus beneficios, nos daban las tantas en la sobremesa y a la vista les dejo estos enlaces, para que vean, si les apetece, que no se equivocaba.

 

 

 

Ingredientes para conseguir un atún en adobo fabuloso:

• Un kilo y medio de atún fresco, mejor si es la parte del lomo.
• Un buen puñado de orégano.
• 100 ml. de aceite de oliva suave.
• Cuatro dientes de ajo.
• 50 ml. de vinagre de mesa.
• Una cucharada tamaño postre de pimentón picante.
• Sal gruesa.
• Aceite de oliva para dorar el atún.

 

Cómo se hace el atún en adobo:

 

1. Comenzaremos la noche antes preparando el adobo donde se macerará el atún, para ello, cortaremos el atún en dados gruesos de buen tamaño y los dispondremos en un recipiente, mejor si es de cristal.

 

2. Sobre los tacos de atún, dispondremos el orégano y la sal y mezclaremos bien.

 

3. En un mortero, incorporaremos los dientes de ajo, pelados y sin el germen central.

 

4. Machacaremos bien los ajos.

 

5. Dentro del mortero, verteremos el aceite de oliva y volveremos a machacar, esta vez con cuidado para no salpicar y dejar todo perdido.

 

6. Verteremos seguidamente, el vinagre y volveremos a mezclar.

 

7. Por último, añadiremos la cucharada de pimentón y mezclaremos bien, dando vueltas hasta que veamos que todo el adobo ha quedado integrado.

 

8. Verteremos todo el adobo sobre los tacos de atún, lo repartiremos bien hasta que apreciemos que todo el atún queda bañado, taparemos y guardaremos en la nevera hasta el día siguiente.

 

9. A la mañana siguiente, en un caldero bajo y con buen diámetro, verteremos un fondo de aceite de oliva y lo calentamos a temperatura media. Cuando esté listo, iremos incorporando los tacos de atún, retirándoles previamente el exceso de adobo, pero seguiremos reservándolo. Los doraremos ligeramente.

 

 

10. A medida que los vayamos dorando, los iremos retirando del caldero. Una vez los tengamos  todos dorados, volveremos a incorporar todos los tacos al caldero, verteremos el resto de adobo y volveremos a darle unos minutos de cocción a temperatura media. La idea es que el atún quede justo en su punto sin que se nos seque.

 

11. Y ya tendremos listo nuestro atún en adobo. Acompañándolo de unas papas arrugadas o sancochadas, es un auténtico manjar.