Publicado el

Cremitas navideñas

Nada como un plato calentito o una guarnición estelar que pegue con todo, para sentir en la mesa la Navidad. La propuesta de hoy va de eso, de una Crema de Navidad que lleva algo de trabajito pero que lo olvidas el esfuerzo en cuanto la pruebas. La segunda, una Crema Papas con Trufa que te garantizo gustará a todo el que la pruebe, chicos, medianos y mayores. Y la tercera, la guarnición ideal, que conjuga con todo y que sorprenderá en textura y sabor. nada más y nada menos que un cremosísimo Puré de Castañas.

 

CREMA DE NAVIDAD

 

Tendría yo unos 6 años cuando una noche de Navidad, después de cenar, de estar feliz porque Papa Noel había venido a visitarme a pesar de una cuenta pendiente que me tenía preocupada por haberme portado regular y,  después de dejar al Niño Jesús en su cunita con San José y La Virgen María, andaba yo muy emocionada como para irme a la cama. Recuerdo sentarme con mi abuela a ver la tele y estaban poniendo una película navideña en blanco y negro.

Mi abuela se sabía hasta los diálogos, yo la había pillado empezada y lo más que alcancé a preguntar era si podía verla con ella o era película de mayores. Ella se rodó para que yo tuviera más espacio, pensaba que si me recostaba pronto me quedaría dormida pero no fue así. La película era un tanto lacrimógena y a mi, de pequeña, me encantaban los dramas.

Cuando terminó, mi abuela me acompañó a la cama y yo no me separaba de mi Nancy que acababa de llegar a mi vida para llenarla de felicidad. Mi abuela se rió cuando vio cómo la acostaba a mi lado y la tapaba conmigo. Me pellizcó la nariz, de eso me acuerdo, se acercó a mi cara y me dijo, Vanesita, todo esto está muy bien, la cena, los primos, acostarte tarde, tener una Nancy nueva pero que nunca se te olvidé que hoy estamos celebrando el nacimiento de Jesús.

No recuerdo la película, no recuerdo si la Nancy era enfermera o profesora, para como soy con la comida, no recuerdo lo que cenamos y si esa noche la compartimos con la familia de mi padre o con la familia de mi madre, pero esto que les estoy contando, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer y no hay noche de Navidad en que no lo recuerde, aún con más intensidad.

 

 

INGREDIENTES :

 

 

  • 24 langostinos del número tres.
  • Una zanahoria.
  • Un puerro.
  • 400 gr. de calabaza.
  • Dos papas.
  • 700 ml de fumet.
  • Pimienta negra.
  • Cebollino.
  • Jerez.
  • Aceite de oliva.
  • Sal gruesa.

 

ELABORACIÓN:

 

Comenzaremos esta receta preparando un ligero fumet con los langostinos. Para ello, pondremos abundante agua a hervir y una vez rompa el hervor, incorporaremos los langostinos durante 3 minutos. A la vez, prepararemos un recipiente amplio y lo llenaremos de agua, hielo y sal gruesa. Una vez  pasados los 3 minutos, pasaremos los langostinos al recipiente de agua, sal y hielo y lo mantendremos 2 minutos más.

Pasados los 2 minutos los dejaremos reservados mientras se van secando el exceso de agua y se van atemperando para poder pelarlos.

 

Mientras se atemperan los langostinos, iremos lavando y cortando toda la verdura. El puerro lo cortaremos, solo la parte blanca, en rodajas, las papas en cuadros y la zanahoria también en rodajas.

 

Retiraremos la piel y las pipas a la calabaza y la cortaremos en pedazos más o menos igual  al tamaño que le hayamos dado a las papas.

 

En un caldero alto y con buen diámetro, verteremos aceite de oliva, lo suficiente como para ir rehogando a fuego medio toda la verduras. En cuanto tome temperatura, verteremos un chorrito de Jerez y mantendremos a fuego alto unos minutos hasta que el alcohol se evapore.

 

Mientras se rehoga la verdura, pelaremos los langostinos y en un caldero aparte, verteremos aceite de oliva al fondo y saltearemos las cabezas y las colas de los langostinos. Los cuerpos los reservaremos en frío hasta el momento de utilizarlos.

Iremos apretando las cabezas en lo que las salteamos para sacarle todo el jugo.

 

Verteremos un litro de agua y mantendremos a temperatura media-alta durante 20 minutos. Durante la cocción iremos retirando la posible espuma de la superficie del fumet.

 

Una vez pasados los 20 minutos colaremos el caldo resultante y lo verteremos en el caldero donde tenemos guisando las verduras. Removeremos bien y apartaremos del calor.

 

Ya sin calor, añadiremos los cuerpos de los langostinos que teníamos reservados, teniendo la precaución de guardar uno por comensal para la decoración de la crema cuando vayamos a servirla.

Dentro del mismo caldero, podremos meter la batidora de brazo y batir enérgicamente hasta conseguir una textura de puré o crema muy fino. Rectificaremos de sal y pimienta al gusto.

 

Y ya solo nos queda sacar esas preciosas tazas de consomé o sopa que en el día a día se nos hace tan pesado utilizar, atamos un langostino con cebollino y servimos el plato que  seguro, será el triunfador de la fiesta y al igual yo, todos recordarán la primera vez que lo probaron.

 

CREMA DE PAPAS CON TRUFA

 

Esta es la receta ideal como primer plato calentito y de cuchara, si tienen la suerte de que aún queden niños en sus mesas navideñas. Suave, cremosa y con ese sabor único que aporta la trufa. Irresistible. Y tan irresistible como lo es no contagiarse de la ilusión que transmiten los más pequeños en Navidad. En mi familia aún podemos disfrutar de esa inocencia con mi sobrina Victoria y el año pasado las carcajadas y las lágrimas de emoción, las trajo ella, en el saquito de su corazón. No necesitó ni camellos, ni renos, ni elfos. Ella, sin llegar al metro y medio, sin magias y sin pasaporte del lejano Oriente, nos hizo sentir la tensión en la espera porque sonara la campana, avisando que Papá Noel estaba cerca. La escuchamos una tras otra, contarnos a cada uno de los miembros de nuestra familia, y somos unos cuantos, lo bien que se había portado, lo generosa que era con sus compañeros y amigos. Lo obediente que era con papá y con mamá  y lo paciente que había tenido que ser durante todo un año con sus hermanas mayores. ¿Y saben por qué? Pues porque los Reyes Magos lo podían ver y escuchar todo, así que no nos quedaba otra que hablar en alto y contarle a sus Majestades lo excelente sobrina que tenía y lo orgullosísima que estaba de ella. Después quedaron las carreras, para llegar al Buzón Real porque por el Covid no podíamos colocarnos como fenómeno fan en primera fila de la cabalgata para hacerle llegar a los Reyes nuestros deseos. Los villancicos de siempre, el pandero, buscar la alfalfa para los camellos y volver a cantar villancicos porque hay que aprendérselos para la actuación del cole.

Con todo y con esto, ellos, los niños, los auténticos motores de la ilusión en Navidad,  merecen un plato como éste y estoy segura de que aún creciendo, este plato, lo seguirán pidiendo.

 

INGREDIENTES:

 

  • Un kilo de papas.
  • 200 ml. de nata para cocinar.
  • 25 gr. de mantequilla.
  • 10 gr. de paté de trufa negra.
  • 100 ml. de leche.
  • Aceite de oliva.
  • Sal gruesa.
  • Taquitos de jamón serrano (opcional)

 

ELABORACIÓN:

 

Comenzaremos lavando my bien las papas y en un caldero las pondremos a guisar con la piel. Las tendremos a fuego fuerte, una vez rompa el hervor, durante 20 minutos.

 

Una vez guisadas, las dejaremos atemperar para poder pelarlas y cortarlas en cuadros.

Con ayuda de una espumadera o un tenedor, iremos escachando las papas hasta dejarlas hechas casi puré.

 

En un caldero alto, pondremos a calentar la nata con la mantequilla, a fuego suave hasta que hierva.

 

 

Una vez rompa el hervor de la nata, bajaremos la potencia del calor e incorporaremos las papas.

 

Mezclaremos durante unos minutos hasta que se integre todo y lo seguiremos manteniendo a fuego suave.

 

Pasados unos minutos, retiraremos del calor por completo y añadiremos el paté de trufa, dado que si la trufa recibe calor en exceso, perdería aroma y la trufa es puro aroma.

 

Pasaremos todo el conjunto a un vaso de batidora, verteremos la leche y un ligero chorrito de aceite de oliva y batiremos hasta conseguir un puré muy ligero tipo crema.

 

Como idea para rematar el sabor e intensificarlo,  en casa lo servimos con unos taquitos de jamón serrano por encima.

 

PURÉ DE CASTAÑAS

 

Me paso prácticamente el verano y la primavera entera, deseando que lleguen el otoño y el frío porque las castañas me vuelven loca. Y no es de las locuras que puedan llevar tratamiento o reclusión alguna. En esto también, soy muy parecida a mi abuela materna. Entre mis recuerdos más valiosos están las tardes de sobremesa en donde, mientras veníamos la serie o la novela de turno, nos dábamos una buena panzada de castañas asadas o hervidas con anís. Nos llegábamos a quemar las yemas de los dedos porque daba igual que el día anterior y que al día siguiente tuviésemos la misma sobremesa, las comíamos con ansia. Eso sí, al llegar la noche no había quien probara bocado, las castañas son pesaditas y peleonas en la digestión, todo hay que decirlo.

Ha pasado el tiempo y una intenta cuidar más el aumento de las curvas y ya no hay tanto tiempo como antes para hacer largas sobremesas de lunes a viernes. Tampoco está mi abuela. Recuerdo que unos meses antes de que se fuera, le conté que había estado en una boda y que la guarnición había sido un delicioso y cremoso puré de castañas. Le prometí que la siguiente Navidad lo intentaría hacer para darnos ambas un buen homenaje. Ella no llegó a probarlo, pero como mi memoria se empeña, y yo encantada, por mantenerla viva, lo preparé aquella Navidad sin ella, y esta será la tercera y aquí tienen la receta porque aparte de que es la guarnición más ideal que se pueda llevar a una mesa navideña, también sé que cuando lo saboreo y disfruto, esa parte de mi memoria donde ella está, también se estará deleitando.

INGREDIENTES:

 

 

  • 400 gr. de castañas asadas o guisadas y peladas.
  • Un puerro
  • Una papa grande.
  • Medio litro de leche.
  • Sal gruesa.
  • Pimienta negra
  • Algo más de leche a la hora de batirlo.
  • Aceite de oliva.

 

ELABORACIÓN:

 

Comenzaremos lavando el puerro y manteniendo solo la parte blanca. Lo cortaremos en rodajas y cada rodaja en cuatro pedazos.

 

Pondremos en un caldero alto, el fondo cubierto con aceite de oliva, calentaremos a potencia media y pocharemos el puerro, sin dejar que llegue a tomar color.

 

Mientras pochamos el puerro, pelaremos y cortaremos la papa en cuadros.

 

Cuando el puerro esté en su punto, añadiremos la papa cortada al caldero y mezclaremos.

 

Mantendremos a fuego medio unos 10 minutos y añadiremos entonces las castañas.

 

Verteremos la leche, salpimentaremos y seguiremos a fuego medio unos 20 minutos más.

 

A medida que vaya transcurriendo el tiempo, veremos como la leche se irá espesando y el conjunto irá tomando un ligero color tostado.

 

Pasados los 20 minutos,  y en el mismo caldero si lo prefieren y para que les sea más cómodo, meteremos la batidora eléctrica e iremos batiendo a potencia fuerte. Al principio verán que les cuesta un poco pero podremos ir vertiendo ligeros chorritos de leche hasta conseguir la consistencia perfecta del puré.

 

Ya solo quedará calentar ligeramente antes de llevarlo a la mesa y si les gustan las castañas, ya tienen aquí la guarnición ideal de octubre a marzo.

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.