Esta es la receta de pasta de cabecera durante todo el verano y el por qué no es por otra cosa sino porque las mejores berenjenas nos los regala el verano. Las más firmes, las más brillantes, las menos ácidas. Pura delicia. Aunque a decir verdad nuestro peculiar y bendito clima nos las ofrece el resto del año, pero es que éstas que llegan entre finales de julio y agosto, no tienen rival el resto de las estaciones.
Pasa un poco lo mismo cuando llegas a la playa pero estás de vacaciones. Los canarios, por norma general, vamos a la playa todo el año y sabemos que podemos disfrutarla de enero a diciembre, pero ¿qué me dicen de lo que sienten cuando pisan la playa estando de vacaciones? Muy probablemente pueda ser la misma playa que pisaste en mayo o en octubre, Maspalomas, Playa del Inglés, Playa de Mogán, Grandes Playas, la Playa de Las Canteras, Papagayo y un larguísimo etcétera, pero cómo se disfrutan, se alargan y hasta están más bonitas, cuando eres consciente de que al día siguiente no sonará el despertador, que te despertará algún ruido o la luz brillante de agosto, que volverás a pertrecharte con la sombrilla, la nevera, la toalla, el bañador y las cholas y volverás a la playa donde pasarás tu verano. O a la montaña o a dónde quieras o puedas.
Con las berenjenas pasa un poco lo mismo, ahí están para el que las quiera, regalo de la naturaleza, para disfrutar en una sencilla pasta. Preciosas y deliciosas, como deberían ser las vacaciones que pasemos.
INGREDIENTES:
- 400 grs. de espaguetis.
- 400 ml. de salsa de tomate, mejor si es casera o la misma cantidad de tomates enteros, guisados y pelados.
- Una berenjena grande.
- Aceite de oliva.
- 100 gr. de queso ricotta salado o en caso de no encontrarlo, queso de oveja curado.
- Unas hojas de albahaca fresca.
- Sal gruesa.
- Pimienta negra.
ELABORACIÓN:
Comenzaremos cortando las berenjenas en tamaño bocado y las dejaremos en remojo con un buen puñado de sal gruesa, al menos 20 minutos. Esto lo hacemos para que suelte el posible amargor. Pasados los 20 minutos, escurriremos y secaremos bien con la ayuda de un paño de cocina.
En una sartén con buen diámetro, pondremos a calentar abundante aceite de oliva y una vez esté caliente, freiremos las berenjenas. Hay quienes para elaborar esta receta, pasan las berenjenas por harina antes de freírlas. A mí, particularmente me resulta más pesada como sabor final, así que prefiero freírlas sin más. Escurriremos el exceso de aceite y reservamos.
Una vez tengamos las berenjenas fritas, en un caldero bajo y con buen diámetro, pondremos la salsa de tomate a calentar. Si es casera, la receta gana muchos puntos, si es industrial y dado que se las recomiendo en verano, donde no nos suele apetecer trabajar mucho en la cocina, utilizo tomate entero y pelado, procurando que no vengan en agua.
Mantendremos a fuego medio/bajo y si optamos por tomate pelado industrial, iremos mezclando para que los tomates de vayan deshaciendo. Mantendremos en caliente a temperatura baja.
Una vez lleguemos a este punto, ya podremos cocer la pasta dejándola al dente siguiendo las indicaciones del fabricante.
Mientras tanto, lavaremos bien las hojas de albahaca y las picaremos. Las incorporaremos al tomate. Hay quien prefiere añadir la albahaca al final pero a mi me gusta que todo ese aroma, se infusiones en la salsa de tomate.
Justo cuando a la pasta le quede un minuto para finalizar tomaremos un cucharón del agua donde hemos cocido la pasta y lo verteremos sobre el tomate. Mezclaremos.
Sobre la marcha iremos sacando los espaguetis del agua de cocción, escurriremos ligeramente y los incorporaremos a la salsa.
Por último, añadiremos las berenjenas fritas, mezclaremos bien, rallaremos el queso y a la mesa a disfrutar de una receta ideal.
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