Empanadillas criollas

Las empanadillas son como un little black dress, pegan en todo momento y siempre sientan bien. Las puedes poner en un almuerzo, antes del almuerzo, en una cena, en una merienda o en los brunch, tendencia que llegó hace tiempo y aún sigue llamándose tendencia. Los rellenos, infinitos; de atún, de jamón y queso, de carne, solo de queso, de pollo, de verduras… Advierto que puedo seguir hasta agotarles pero para mí, las empanadillas son dos, las que me hacía mi abuela de atún y las que le hacía yo a ella de carne, como esta que hoy les traigo.

Las empanadillas en casa eran la receta del socorro y del auxilio. Si se nos ocurría llamar a casa, en aquel entonces desde una cabina, para pedir permiso e invitar a Fulanita o a Menganita a almorzar o a cenar, mi abuela siempre decía, que donde caben cinco, caben veinticinco. Lo que nunca nos contaba es que si no alcanzaba con el menú dispuesto para ese día, ella cogía su monedero, salía al supermercado Cruz Mayor, aunque ella siempre lo llamó Dolores Mayor y compraba todos los paquetes que consideraba de masa de empanadillas La Cocinera. El atún y la salsa de tomate casera siempre estaban en la nevera y en el estante de la despensa y en menos de lo que yo tardaba en llegar con la invitada sorpresa, ella ya tenía las bandejas que fueran, a rebosar de empanadillas y dispuestas sobre la mesa. Lo que hubiera, más empanadillas. Lo mismo de primero era un potaje de berros y de segundo, empanadillas. O un plato de rancho y de segundo empanadillas. O una ensaladilla rusa y de segundo, empanadillas.

Lo dicho, un vestido negro de fondo de armario, las empanadillas las puedes poner con todo.

 

INGREDIENTES:

• Un paquete de doce obleas de masa de empanadillas.
• Un kilo de ternera molida.
• Dos huevos.
• Una lata pequeña de aceitunas.
• Una cucharada tamaño postre de comino en polvo.
• Media cucharada tamaño postre de pimentón picante.
• Media cucharada tamaño postre de ají molido.
• Una cebolla grande.
• Un pimiento rojo.

ELABORACIÓN:

Comenzaremos cociendo el huevo hasta que quede duro y mientras tanto picaremos la cebolla y el pimiento rojo, lo más pequeño posible. Yo me ayudo de picadora eléctrica.

 

Una vez tengamos el huevo ya cocido, lo reservaremos hasta que se enfríe. En una sartén o caldero bajo, pondremos a calentar el fondo con aceite de oliva y una vez caliente, incorporaremos la cebolla y el pimiento picados y los sofreiremos a temperatura media.

Una vez tengamos lista la fritura, incorporaremos la carne molida, subiremos la potencia del fuego y mezclaremos bien hasta que no quede nada rojo de la carne.

 

Cuando tengamos la carne bien salteada, bajaremos de nuevo la potencia del calor a temperatura media  e iremos añadiendo las especias, el comino, el pimentón y el ají. Mezclaremos hasta integrarlo y ya podremos retirarlo del calor. Reservaremos hasta que se atempere.

Entre tanto, iremos picando muy pequeñitos las aceitunas y el huevo guisado. Yo también suelo hacerlo en picadora.

Una vez tengamos atemperada la carne, le añadiremos la aceitunas y el huevo picado. Mezclaremos bien hasta que todo quede perfectamente integrado.

Seguidamente ya podremos ir rellenando las obleas de las empanadillas. Yo, a diferencia de mi abuela, estas empanadillas me gusta hacerlas con una masa argentina que consigo en Unión Cárnica (cerca del estadio Pepe Gonçalvez) la imagen la tienen en la foto bajo los ingredientes.

Para ello dispondremos la oblea sobre una tabla, dispondremos relleno en el centro, como el tamaño de una cuchara sopera. Nos mojaremos ligeramente la yema del dedo índice y humedeceremos todo el borde de la oblea. Cerraremos bien e iremos enrollando el borde hasta llegar al relleno.

Una vez rellena, pasaremos la empanadilla por huevo batido y la colocaremos sobre la bandeja de rejilla del horno. Para no ensuciar el horno, cubro antes la bandeja con papel vegetal. Iremos rellenando una a una las obleas hasta terminar con el relleno. Antes de empezar a rellenarlas, debemos encender el horno, a 200º calor arriba y abajo, ya que el horno deberá estar caliente cuando introduzcamos la bandeja con las empanadillas.

 

Calcularemos unos 15 minutos a la misma temperatura y función, de todas maneras, a partir del minuto 10, es aconsejable vigilarlas para que no se  nos quemen. Una vez estén listas, a la mesa y a disfrutarlas. Sabrán mejor si es en buena compañía.