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Pollo agridulce

Ya empieza a oler a verano y empezamos a cambiar la pelota de pié y estamos deseando cambiar los ritmos, que el cielo esté más azul, que suban las temperaturas para sacar las sandalias y las cholas y dejar los calcetines dentro del cajón hasta dentro de unos buenos meses. En pocas palabras, el verano es una especie de menos es más. Simplificamos. Y así con todo, no solo con el ropero. En la cocina también sucede. Nos apetecen cositas frescas, rápidas y que no por ello tengamos que renunciar al sabor. Además, si tenemos niños en casa, que ya se están dando por terminados los benditos comedores escolares, los comensales se multiplican por cada hijo que tengamos e irremediablemente tenemos que adaptar las recetas a sus gustos y si de paso, también gusta a los adultos, se cuadra el círculo.  Y esta, es una de esas recetas. Equilibrio perfecto entre lo dulce y lo agrio. Con un puntito muy sutil de picante que le hace sorprender a cualquier paladar. Sencillísima de hacer y no les quiero contar de la textura del pollo para que la descubran y comprueben por si mismos que en la cocina y en la mesa, como en verano, menos es más y tanto que muchísimo más.

INGREDIENTES:

  • Dos pechugas de pollo.
  • Dos huevos.
  • 80 ml. de Ketchup.
  • Una cucharadita tamaño moka de jengibre en polvo.
  • Tres cucharadas soperas de azúcar moreno.
  • Dos cucharadas soperas de salsa de soja.
  • Dos cucharadas soperas de vinagre de manzana.
  • Unas gotas de Tabasco.
  • Sal gruesa.
  • Pimienta negra.
  • Aceite de oliva.

ELABORACIÓN:

Comenzaremos cortando las pechugas de pollo en dados, tamaño bocado y las salpimentaremos al gusto. Cuidado con la sal, porque la salsa de soja que le incorporaremos a la salsa,  es muy salada

Seguidamente, batiremos los dos huevos y en una fuente aparte dispondremos la Maizena. Rebozaremos cada trozo de pollo, primero lo pasaremos por huevo y después por la Maizena.

Una vez tengamos todos los pedazos del pollo rebozados, los doraremos en una sartén en abundante aceite de oliva. Una vez dorados, los dispondremos en una fuente sobre papel absorbente para que se escurran del exceso de aceite.

Reservamos el pollo y comenzaremos con la elaboración de la salsa. Para ello dispondremos en una vaso de batidora eléctrica, todos los ingredientes de la salsa: el ketchup, la salsa de soja, el vinagre de manzana, el jengibre, el azúcar y las gotas de Tabasco. Batiremos bien hasta que queden todos los ingredientes integrados.

 

Una vez los tengamos ligados, pondremos a calentar un caldero bajo, previamente engrasado el fondo con aceite de oliva. Una vez caliente, verteremos la salsa y calentaremos a fuego medio durante dos minutos.

 

Pasados los dos minutos, incorporaremos todo el pollo y mantendremos a fuego medio durante 10 minutos más. Apreciarán que la salsa, poco a poco, se va quedando pegada al pollo por el efecto de la Maizena. Iremos removiendo el conjunto cada cierto tiempo.

 

Pasados los 10 minutos, el pollo tendrá un intenso tono dorado, como si se hubiese caramelizado y justo en ese momento, ya estará listo para disfrutarlo.

Si quieren darle un aspecto aún más apetitoso, pueden espolvorearle semillas de sésamo tostadas por encima, pero mi sobrina Victoria, cuando se lo preparo me dice, Tía Vane no le pongas bichitos blancos al pollo.

Como acompañamiento le va genial un arroz blanco.

 

4 opiniones en “Pollo agridulce”

  1. Uhmmmmm que rico. Me lo aplico y lo pongo en práctica rápido. Será una sorpresa para mi hija Valeria. Le encanta el pollo agridulce y nunca se lo hecho. Le va a encantar. Gracias Vane.????????????

  2. Hoy, por fin, llegó el libro «Las recetas que te cuento». Vaya sorpresa positiva. Muchas recetas, muy bien explicadas y con fotos.
    Ya vamos a empezar a cocinar receta por receta. 🙂 El libro nos gusta muchísimo.
    Muy buen trabajo. Muchas gracias.

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