Esta receta les garantizo que marcará un antes y un después en sus repertorios dulces. En casa la llamamos la mejor tarta de manzana del mundo y no, no somos pretenciosos. Por el aspecto se les podrá parecer más a un queque que a una tarta, pero cuando prueben la textura estarán de acuerdo conmigo a que les sabrá más a un bizcocho, con la humedad perfecta, la densidad perfecta y la esponjosidad perfecta, propio de las tartas de toda la vida.
La receta en cuestión llegó a casa de la mano de mi hijo el pequeño, que en casi todo es igualito a su padre pero que tomó de mí el gusto, el placer y el entretenimiento que supone la cocina. Idea menús como pocos, hace unas pizzas de infarto y en materia de repostería, lee, practica y se trabaja mucho el resultado. No se cansa y repite hasta el acierto. Eso sí, cuando termina casi tiene que emplearse el mismo tiempo en limpiar la cocina. Yo le echo una mano mientras hago respiraciones profundas para no cogerme nervios pero enseguida pienso, menos tiempo que pasa entre videojuegos y eso hoy en día, con un jovencito de 14 años, es como si se obrase un milagro…. Pues que llegue la harina al techo, que ya pondremos el alargador en la aspiradora.
INGREDIENTES:
- Cinco manzanas reineta.
- Una rama de canela.
- Un vasito tamaño licor de ron blanco.
- 100 gr. de azúcar moreno.
- Dos cucharas soperas más de azúcar moreno.
- 100 gr. de mantequilla.
- Una cucharada sopera más de mantequilla para saltear las manzanas.
- Cuatro huevos.
- 200 gr. de harina.
- 10 gr. de levadura en polvo.
- La ralladura de un limón.
- Una cucharadita más de azúcar moreno para la cobertura.
- Algunos dados de mantequilla para la cobertura.
ELABORACIÓN:
Comenzaremos encendiendo el horno a 170º calor arriba y abajo. Seguidamente, pelaremos cuatro de las cinco manzanas y las rallaremos. Reservamos.
En una sartén con buen diámetro, derretiremos una cucharada sopera de mantequilla a fuego medio/bajo ya que no debe quemarse.
Una vez que la mantequilla esté derretida, incorporaremos las manzanas ralladas y los 100 gr. de azúcar moreno.
Mezclaremos bien hasta integrar los ingredientes y dejaremos al fuego a potencia baja hasta que las manzanas se hayan caramelizado completamente. Añadiremos, para que vaya cogiendo sabor, la ramita de canela abierta y el vaso tamaño licor, de ron. Tardará en caramelizar como unos diez minutos.
Mientras se caramelizan las manzanas, en una fuente batiremos enérgicamente las dos cucharadas de azúcar moreno con los 100 gr. de mantequilla. Mucho mejor si lo hacemos con batidora eléctrica de varillas.
Seguidamente iremos vertiendo, uno a uno, los cuatro huevos previamente batidos a esta mezcla.
Cada vez que incorporemos un huevo, batiremos hasta integrarlo. Una vez tengamos los cuatro huevos integrados, reservamos. En otra fuente, mezclaremos los ingredientes secos, esto es, la harina, la levadura y la ralladura del limón.
Una vez mezclados los incorporaremos la mezcla de huevos, mantequilla y azúcar que teníamos reservada.
Ya las manzanas estarán caramelizadas y las incorporaremos a la mezcla donde ya tendremos todos los ingredientes.
Con ayuda de una espátula de cocina, removeremos bien para que se integren todos los ingredientes.
Una vez los tengamos todos integrados, verteremos la mezcla en un molde para tartas, previamente engrasado o pueden utilizar papel vegetal para que la tarta no se quede pegada al molde.
Cortaremos en láminas la manzana restante como de un medio centímetro de grosor y cubriremos con éstas, toda la superficie de la tarta.
Dispondremos también sobre la superficie un par de trocitos de mantequilla y espolvorearemos una cucharada de azúcar moreno.
Introduciremos el molde en el horno, que ya deberá estar caliente, a la misma temperatura y función durante 53 minutos. Una vez pasado el tiempo, retiraremos del horno y dejaremos que se atempere antes de desmoldarla.
Se puede tomar fría o tibia acompañándola de un bola de helado de vainilla, aunque a decir verdad, así, sin nada, solo tarta, está divina.
Tiene muy buena pinta, voy corriendo a hacerla????
Ya verás que rica!!!