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Sopa de cebolla

No hay nada mejor que una sopa para combatir el frío que hemos tenido estos últimos días.  Por todos es sabido que desde que el termómetro baja de los 20º, los canarios nos congelamos, nos ponemos toda junta y a la vez  la ropa de invierno que espera y espera en los armarios porque al final de año la habremos aireado, como mucho, tres puestas o cuatro si es que hemos ido a la cumbre a ver el granizo. Además esta receta que hoy les dejo tiene su charme ya que es la sopa más mundialmente conocida del extenso y sofisticado recetario francés. Les adelanto que a mi paladar esta sopa no supera un buen puchero, ni un buen cocido, ni un caldo gallego, por cualquiera de estos tres soy capaz de correr una maratón, pero nunca está de más. Sabrosa, básica y humilde, con ingredientes que casi seguro todos tenemos en la despensa, muy sencilla de hacer y aliada perfecta para combatir las bajas temperaturas. Siguiendo este orden: quedarnos en casa, preparar esta sopa, pijama, manta, sofá, serie de turno o libro y cama y el día, vaya como vaya, se arregla. Bon appetit.

 

INGREDIENTES:

  • 500 grs. de cebolla (dulce mejor que mejor)
  • Dos litros de caldo de carne.
  • Una cucharadita de tomillo.
  • Sal gruesa.
  • Una cucharada de harina.
  • 100 ml. de jerez.
  • 170 grs. de mantequilla.
  • Rebanadas de pan.
  • El queso que más nos guste para fundir (se suele utilizar gruyere)

ELABORACIÓN:

Comenzaremos derritiendo a fuego medio la mantequilla en el caldero. Deberemos tener cuidado de que no se nos queme ya que entonces no servirá. Les advierto que a mucha gente no le gusta utilizar como base la mantequilla en esta receta sino que prefieren sustituirla por aceite de oliva. Pueden hacer lo que más les guste, más sano es el aceite de oliva pero a decir verdad, la base de esta sopa es la mantequilla. Mientras se derrite iremos cortando las cebollas en juliana.

Desde que la mantequilla comience a hacer burbujitas, incorporaremos toda la cebolla y bajaremos la potencia del fuego a medio-bajo (yo la hice al 3 de potencia)

Daremos vuelta de vez en cuando e iremos observando como se van caramelizando las cebollas porque justo ese es el punto que le dará el sabor a esta receta. El tiempo, manteniendo siempre la temperatura en medio-baja, será más o menos de una hora. Rectificaremos el punto de sal.

Cuando ya observemos que la cebolla tiene un cierto color doradito y que ha reducido bastante el volumen inicial, incorporaremos la cucharada de harina y mezclaremos bien para que se dore.

Una vez tengamos la harina bien integrada, verteremos el jerez y subiremos a potencia máxima para que el alcohol se evapore durante dos minutos, moviendo continuamente para que no se nos pegue el fondo del caldero.

Una vez pasados los dos minutos, bajaremos la temperatura a fuego medio y verteremos los dos litros de caldo de carne.

Mezclaremos bien, incorporaremos la cucharadita de tomillo, taparemos el caldero y lo mantendremos a fuego medio durante 45 minutos. Removeremos de vez en cuando.

Pasados los 45 minutos, el fondo de nuestra sopa ya estará listo y solo tendremos que darle el toque final. Imprescindible si queremos disfrutarla de verdad. Para ello, cortaremos en rodajas un buen pan y lo cubriremos con el queso rallado. Verteremos la sopa en un recipiente apto para horno y colocaremos el pan con el queso sobre la misma. Precalentaremos el horno a 190º función gratinar y lo meteremos en el horno hasta que el queso quede completamente fundido.

Sacaremos del horno y serviremos sobre la marcha.

 

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