Hay platos que saben aún mejor cuando los preparas en fin de semana. Con tiempo y con cariño, lo segundo es absolutamente fundamental. Así las cosas y con eso de que en casa se está más seguro y que la vida social brilla por su ausencia, nada mejor que darnos homenajes, organizándolos en la cocina de casa, atreviéndonos con esos platos que no sueles hacer pero que cuando sales a cualquier restaurante es lo primero que pides. Pues este que hoy les dejo por aquí, es uno de ellos.
Si el puente que nos espera la próxima semana se hubiese dado en las circunstancias de feliz normalidad, mi chico, mi prole y yo misma, nos habríamos escapado algún día al sur, no solo a disfrutar del mejor clima del mundo, sino también a dejarnos caer por el O Canastro y pedirnos una cazuela del pescado que nos recomendaran. No así el caso y atrapados en una relativa normalidad, pensé que lo mejor era ir abriendo boca, recuperando de mi libreta de hojas ya amarillentas, la receta de cazuela de pescado, dictada con paciencia por mi abuela Consuelo, que entre la herencia que nos dejó sin duda lo más valioso fue su sabiduría, su buen hacer y su generosidad para compartir sus insuperables platos.
Me puse en contacto con Hisimar, que tuvieron la genialidad de repartir a domicilios particulares durante el confinamiento, los mejores pescados y mariscos que puedes llevar a tu mesa. Cada semana te envían un listado, con precios y pidas lo que pidas, en presentación y atención, nunca había visto nada igual.
Hisimar puso la merluza de pincho, las almejas frescas y los langostinos. Mi abuela, aún desde su descanso, todos los trucos y pasos para dar con el éxito en el resultado, la que suscribe, como buena alumna, siguió una a una cada línea de la receta, mi chico de pinche, la prole dispuso la mesa y aún semi confinados, el domingo resultó ser un día delicioso.
INGREDIENTES:
- Tres rodajas gruesas de merluza de pincho.
- Una cebolla mediana.
- Medio pimiento rojo.
- Dos papas medianas.
- Medio kilo de almejas frescas.
- Ocho langostinos o 300 gr. de gambas.
- 100 ml. de vino blanco.
- 100 ml. de caldo de pescado.
- 200 ml. de salsa de tomate casera.
- Sal gruesa.
- Aceite de oliva.
ELABORACIÓN:
Comenzaremos limpiado bien de tierra las almejas y para ello las pondremos en remojo, al menos unas dos horas, en agua y sal gruesa y mantendremos dentro de la nevera.
A continuación, prepararemos las papas que bien pueden ser fritas o sancochadas. En cualquiera de los dos casos, las papas deben ir rodajas de un centímetro y medio de grosor y tenerlas preparadas antes del guiso y reservadas hasta el momento de incorporarlas a la receta. Yo las prefiero sancochadas, pero no del todo porque más adelante las meteremos en el guiso.
Mientras tanto, podremos ir cortando en pedazos pequeños la cebolla y el medio pimiento rojo. Pelaremos los langostinos o las gambas y guardaremos también los cuerpos en la nevera.
Una vez que las almejas hayan soltado la tierra, pondremos en una sartén los 100ml. de vino a calentar, cuando veamos que se empiezan a hacer burbujitas, meteremos las almejas, tapamos y dejaremos a fuego fuerte hasta que las conchas se abra, Si alguna almeja quedara sin abrir, deséchenla.
Reservamos las almejas abiertas y también guardaremos el vino junto con el jugo que han soltado las almejas porque lo utilizaremos más adelante.
En una cazuela de barro o en un caldero de hierro bajo, pondremos un fondo de aceite de oliva a calentar, una vez caliente, pocharemos en ella la cebolla y el pimiento troceados, a temperatura media. Cuando ya estén verteremos el vino con el caldo que soltaron las almejas y subiremos a máxima potencia para que el alcohol del vino, se evapore. Serán unos dos minutos aproximadamente.
Una vez evaporado el alcohol, verteremos el caldo de pescado y volveremos a bajar el fuego a media potencia y así lo mantendremos hasta el final de la cocción. Mezclaremos bien y seguidamente verteremos los 200 ml. de salsa de tomate natural. Volveremos a mezclar y seguiremos manteniendo al fuego a potencia media.
Este será el momento de colocar las papas que previamente las tendremos fritas o sancochadas, dentro del caldero, colocándolas en el fondo y procurando que no se sobrepongan unas con otras.
Sazonaremos las rodajas de merluza con sal gruesa y las incorporaremos al caldero. A partir de este momento, calcularemos ocho minutos a fuego medio/alto (7) y taparemos.
Cuando queden dos minutos para finalizar la cocción, incorporaremos las almejas que teníamos reservadas y los cuerpos de las gambas, volveremos a tapar y ya tendremos lista una sabrosa cazuela de merluza.
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