Los apuntes a la intemperie se vuelven secos, difíciles de masticar. Es necesario sacarlos de la caja de Pandora. Enfrentarse con el pasado y corregir. Sacar esas hojas con olor a humedad o polvo, y ponerlas a conversar con el presente. Esos papeles son el pasaporte del escritor para volar al pasado. Todos los escritores rechazan su pasado, con los años toman los apuntes del niño o el joven que estuvo en ellos para mimarlos, corregirlos y resilienciarlos (desarrollarse después de un trauma, según Boris Cyrulnik).
Son las 5:25 cuando escribo estas palabras. Esta noche estuvimos celebrando el cumpleaños de mi Melania, o Melania Trump para los amigos. Celebramos el cumple de mi amiga, de una mujer óle (dícese de una amiga, gran amiga) que le sonríe a la vida. Y a los años. Y a la juventud en la que todos estamos. Salimos con Corina, Aghata, Virgina y Marina. Fuimos a un marroquí a cenar. El trato comme si comme ça por parte de los camareros, pero la comida fabulosa. Gastronomía marroquí de primera, buenísima. Nos reímos, fuimos felices. Meli abrió los regalos. Todos con algo de serpiente: falda de pitón, top de skin…Quizás porque las serpientes son sanadoras, de ahí el logo de la Organización Mundial de la Salud. Caminamos por las calles con tacones y chaquetas. Continuar leyendo «Melania»
Debo felicitar a Ana Sharife por su artículo «El profeta enamorado»; aplaudo la belleza de su texto y el mensaje pacífico que plantea. Antes de entrar en materia, debo confesar que soy musulmán, y, espero ser objetivo en mi análisis. La introducción a «El profeta enamorado» es hermosísima, parece un poema sufí:
«Siempre sospeché que el Corán había sido elaborado entre mujeres. A menudo las imaginé reescribiendo las hojas que el profeta dejaba al descuido mientras se recostaba un rato a dormir su siesta»
En cuanto a la tesis que plantea Sharife es cierta, el islam supuso un progreso en materia de derechos humanos; especialmente en materia de igualdad y matrimonio. En la época preislámica se enterraban a las mujeres vivas porque no eran sujetos jurídicos, viva o muerta valía lo mismo, y el islam de Mahoma dio su lugar a las mujeres en esa Arabia misógina. En materia de igualdad y empoderamiento femenino el islam acertó, pero no todo fue de color de rosas. Sé que en este momento están atacando con brutalidad a Sharife, quienes la atacan lo hacen desde las cloacas de la ira y el analfabetismo en esta materia. Tú artículo es maravilloso, pero con ciertas correcciones si me permites. Continuar leyendo «A favor de Ana Sharife»