Jornaleras, esclavas del siglo XXI
Las jornaleras del Mediterráneo representan al Marruecos obrero, que es violado por el ano, por la boca y azotado por las manos tiranas del patrón. Mientras una mujer llora e implora ayuda a Allah. Comienza a llover. El patrón se enfurece. Será que Allah está llorando, piensa Mariem mientras se muerde la melfa. «¿Dónde está mi país? Trabajo en otro país. Lo he dado todo y más. Han abusado de mí. Mi dignidad se cuenta a gotas, ¿ quedará algo de ella después de mil violaciones? ¿Dónde están los derechos humanos? ¿Dónde está Ban Ki-moon? ¿Dónde está el abogado de los creyentes?» El indigno la ha violado decenas de veces. Al principio gritaba de rabia. Ahora sólo llora. Lleva dos o tres abortos. Por fin ha denunciado, gracias a la ayuda de una malagueña que pasaba por ahí. No paran de amenazarla. Sus compañeros sufren el mismo infierno. ¡Qué desgracia! Nadie habla. Te violan o te despiden. «Los nassara me están ayudando. He encontrado mi felicidad en ellos, y no en los míos. Ni yo soy de ellos, ni ellos me pertenecen. Gracias a los que me han ayudado. Me han dado la vida, una nueva lengua para defenderme y trabajar.Gracias por esta casa que en breve terminaré de pagar. Antes me encomendaba a Sidi Bouzid. Hoy soy feliz.
*Forma coloquial de referirse a los extranjeros.