Hoy les dejo una receta con berenjenas porque las mejores son las que nos regala el verano. Es curioso porque por su color y su sabor un pelín amargo, nos parece más una verdura de otoño y es que a decir verdad, con nuestro bendito clima, casi que las podemos disfrutar todo el año. Pero cuando llegan las primeras, corro los kilómetros que hagan falta para prepararlas a la parmesana. Irresistibles!!!!
Es curioso porque cada vez que las preparo, me recuerdo hace algunos años, cuando mi hijo el pequeño rondaba los seis. Él estaba empañado en ser mago y hacer magia. Los Reyes Magos le habían dejado un juego de mesa con toda suerte de artilugios, cartas, varita, dados, cubiletes y hasta un sombrero de copa. Empezaba a leer con cierta soltura ya en aquel entonces y pasaba horas y horas intentado descifrar las instrucciones de todos aquellos elementos. Pasó meses entreteniéndose con todo aquello y cada cierto tiempo nos convocaba al salón, con su sombrero y una toalla sobre puesta en sus hombros a modo de capa. Intentaba hacer los trucos, intentaba que no lo pilláramos pero por más que mi chico y yo aplaudíamos, su hermano y su hermana mayores que él algunos años, le cantaban el truco. Él, decepcionado con sus habilidades, soltaba sombrero y capa y corría a refugiarse, pero una vez lo olvidaba, seguía en su empeño.
Hasta este día que les cuento, en que yo estaba concentrada preparando las berenjenas, se me acerca y me dice que me agache que me quiere contar un secreto -Mamá, la magia no existe, me susurró.
Yo le miré y sus ojitos traducían frustración, así que me lo llevé en brazos (ya pesaba lo suyo) lo senté en mis piernas, acaricié su cabecita y su carita y me recuerdo diciéndole – Si que existe. Existe tanta magia y es tan maravillosa que ni te das cuenta. Que hayas tenido la suerte de nacer en una casita donde todos te queramos, es magia. Que tengas dos hermanos que te quieran tanto aunque a veces te mortifiquen, es magia. Que tengas dos abuelos y dos abuelas, es magia. Que tengas muchos amigos en el colegio y te lo pases bien y tu profe sea bueno, divertido, cariñoso y atento contigo, es magia., que estés sano, es magia…….Porque sabes una cosa? Hay muchos, muchos millones de niños que no tienen tanto porque sus circunstancias de vida son distintas. Fue mágico que nacieras aquí y no unas millas más allá de esta casita.
Aproveché ese día la portada de Canarias7 con la fotografía de una patera llegando a nuestras costas y con muchos niños dentro. La vio, sus ojos se abrieron grandes. Me miró y solo me dijo – Vale mami y mi magia del juego?
No sé si llegó a entender lo que quería decirle pero sé que continuó en su empeño por hacer magia y no abandonó hasta algunos años después aquel juego de mesa y hoy por hoy, cuando un día tras otro ve las portadas, las noticias o vamos en el coche escuchando la radio, se acuerda de aquel día y desde sus casi catorce años hoy, me dice – Mamá, cuanta gente sin suerte y sin magia, a la vez que los ojos se le vuelven igual de grandes que aquel día.
Las berenjenas ese día salieron más tarde de lo esperado pero irresistiblemente deliciosas y eso, también puede ser magia.
INGREDIENTES:
- Tres berenjenas.
- Uno o dos huevos.
- Harina simple de trigo.
- Una bola de mozarella de bufala.
- 150 gr. de queso parmesano.
- Salsa de tomate, mejor si es casera (puedes irte a la receta anterior a esta)
- Albahaca fresca.
- Sal gruesa.
- Aceite de oliva.
ELABORACIÓN
Empezaremos cortando en rodajas de un centímetro y medio las berenjenas. Las lavaremos muy bien y las colocaremos sobre una bandeja. Cubriremos las rodajas con un ligera capa de sal gruesa y dejaremos que suden (sueltan parte del amargor) durante al menos 30 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, lavaremos y dejaremos que se escurran muy bien.
Una vez secas, podemos ayudarnos con papel absorbente de cocina, prepararemos uno o dos huevos batidos y un plato con harina e iremos rebozando cada rodaja de berenjena, pasándola primero por huevo y posteriormente por harina. Mientras tanto pondremos una sartén con abundante aceite de oliva a calentar (que esté bien caliente) e iremos friendo las rodajas. Una vez fritas, dejaremos que escurran el exceso de aceite sobre papel absorbente.
Hay mucha gente que hace esta receta sin freír las berenjenas ni rebozarlas, el resultado no es malo pero dista muchísimo del de esta receta que sencillamente queda espectacular y si no ya me contarán cuando la preparen.
Con las berenjenas ya listas, cogeremos una fuente de horno con buen fondo, la salsa de tomate casera, rallaremos todo el queso parmesano y cortaremos en pedacitos pequeños la mozarella. Una vez lo tengamos todo dispuesto, comenzaremos a montar nuestra parmesana.
Comenzaremos cubriendo todo el fondo de la fuente con salsa de tomate.
Sobre ésta, colocaremos cubriendo toda la superficie, con una capa de berenjenas.
Sobre la capa de berenjenas, espolvorearemos queso parmesano rallado. y volveremos a cubrir con una capa de salsa de tomate.
Así seguiremos, llenado de todas las capas posibles la fuente.
Hasta llegar a la última capa que cubriremos totalmente con salsa de tomate y por encima todo el queso mozarella que tenemos cortado. Podemos también colocar la albahaca aunque hay gente que no le gusta hornearla porque pierde color y prefiere colocarla después de hornear.
Precalentaremos el horno a 200º arriba y abajo unos diez minutos y cuando esté listo, introduciremos la fuente en el horno durante 10 minutos más y ya tendremos lista nuestras berenjenas a la parmesana. Son muy entretenidas de hacer pero nada mejor que disfrutarlas y saborear cada bocado.
Como siempre, todo muy rico y muy buena pinta.
Muchas gracias!!!!