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El coro y los pájaros ingeniosos

Un coro es una experiencia modélica de enaltecimiento de la vida solidaria. Cuando uno escucha música coral hay un instante de elevación proveniente de la calidad de la pieza y del prodigio de la sincronía. Se despierta una admiración distinta a la que provoca el acto individual del cantante porque la atención hurga (y se deleita) en ese misterio de la concentración de las voces para producir un único y armónico canto.

Hace unas semanas asistí a un concierto del Coro de Cámara Ainur, una maravilla de interpretación, una exquisitez de voces empeñadas en revelar la dimensión sobrenatural de la música. Y escuchándolo, no sé si fruto del embeleso o de esa voluntad permanente de hallar analogías metafóricas con la vida, pensé en cuánto tiene de parecido con el valor del esfuerzo colectivo y diverso para conseguir una meta que arraiga en el corazón social de la humanidad. Porque en el coro hay voces diferentes, tesituras distintas, calidades singulares, y todas se reúnen en una suma milagrosa para la que todas las aportaciones son necesarias. Y quien escucha percibe las individualidades sin jerarquía, encargada cada una de sellar un segmento que cobra cuerpo musical. Y quien canta asume su condición de músculo imprescindible para la fortaleza del organismo que acaba produciendo la pieza.

En esa sintaxis de lo comunitario reside el deslumbramiento y la belleza exclusiva de las interpretaciones corales. Como los trabajos en equipo, como la concurrencia de todos los oficios para que funcione la maquinaria social, pero con el añadido de que hay una voluntad común, un compromiso ineludible para que el resultado no se fracture. Ocurre que el coro exige una disciplina agradecida que no anula la individualidad ni la diluye sino que la consagra como causa de la admiración de un público atraído al mismo tiempo por la suma y la pulcritud de los sumandos.

En el extraordinario libro El ingenio de los pájaros, Jennifer Ackerman nos cuenta la experiencia de los cucaracheros cejones, unos pajarillos tímidos que viven en las profundidades nubosas de Los Andes y que cantan rápidamente alternando sílabas con una coordinación tan impecable que suenan como si solo trinara un pájaro. «Sus duetos», dice Ackerman, «son una suerte de tango auditivo sofisticado con el cual demuestran un nivel asombroso de conducta cooperativa». Y añade que los pájaros de una pareja pueden cantar solos pero cuando lo hacen dejan huecos más dilatados entre las sílabas musicales, en los cuales normalmente el otro miembro de la pareja interpone una breve nota. O sea que se produce una interdependencia por cuanto cada pájaro conoce su parte del canto y al mismo tiempo depende de los sonidos que le envía la pareja para decidir cuándo y cómo cantar.

Cuando entre unos pájaros la cooperación está arraigada en el instinto, entre los seres humanos debe estar próxima la convicción de que ese rasgo pertenece a nuestra naturaleza. Y el coro es una prueba no utópica de ello.

19 opiniones en “El coro y los pájaros ingeniosos”

  1. Precioso texto, maestro, para comenzar el año. Metáfora de la solidaridad, la suma de valores de lo individual en lo colectivo, que leo mientras hago balance del año que se va y canto el evohè para el que nos viene.
    Falta nos hace lo coral en este mundo de » solos» tan acentuados, de solos no siempre deseados…
    Un abrazo.

  2. Juanjo, después de leer este artículo me he quedado realmente impactado por una emoción emergente y por el convencimiento de que difícilmente se puede expresar mejor la experiencia de cantar en un coro. Como coralista o cantor de coro (prefiero este término al de «corista») empatizo con cada una de las apreciaciones y matices a través de los que destripas la esencia misma del canto coral. Enhorabuena, amigo. Recomendaré la lectura de esta magnífica pieza y promover su publicación en los ámbitos y foros musicales a los que pueda acceder. Muchas gracias por este regalo de Reyes.

    1. Como cantor de coro que eres, envidio tu experiencia cercana al trance que ha de suponer la sincronía coral perfecta. Un abrazo, Paco.

  3. Enhorabuena por su artículo. Es de justicia ensalzar la esquisitez del Coro de Cámara Ainur, auténtica delicia para los sentidos. Desconocía la existencia de estos pajarillos de los Andes y su especial manera de ‘cantar’. Me ha parecido un gran acierto esta comparativa.

  4. Querido amigo Juanjo. Estoy totalmente de acuerdo con tu pormenorizado estudio del coro. Me
    Pregunto cómo la sociedad, cuándo busca un consenso, no se inspiran en un coro. Supongo que será porque en el coro todo está escrito de antemano y el director es el único encargado de que la pieza funcione. Sin embargo, fuera de estos patrones, donde nadie puede ni debe destacar, lo demás es selva… la ley del mas fuerte, la guerra de los egos y de los propios intereses. Ojalá hubiera más musica y buenos coros en la política…Un abrazo y… siga entonando!

    1. Querido don Miguel. Usted que es entendido en música ha de tener más criterio que yo en la materia. Coincido en la analogía con la política. El coro sería signo de civismo ideológico. Un abrazo, amigo.

  5. Preciosa descripción del canto coral. Me siento identificada, lo mismo que Paco, también he cantado en coros desde pequeña. La importancia de lo colectivo, en estos momentos que el individualismo aumenta. ¡Qué bonita la historia de los pájaros de los Andes! Me recuerda que de niña enseñé a un mirlo que venía cada tarde al árbol frente a mi ventana, la melodía: «Voy a pintar, las paredes con tu nombre mi amor», yo se la silbaba y la aprendió. Gracias Juanjo y Feliz 2023.

    1. Gracias a ti, Mary. Esa experiencia coral marca. Uno se siente aportación necesaria para conseguir algo hermoso. Feliz año.

  6. Felicitaciones múltiples… Por el año nuevo, por esta publicación, por el tema que trata… Pero especialmente, porque se despierta en cada lector la capacidad de evocar nuevas imágenes entre el contenido y la vida social. Comparto plenamente cada término y de nuevo veo, con tristeza, que muchas de las cosas que nos arrogamos los seres humanos, tienen su réplica ignorada en la propia naturaleza. Si consideramos que una persona culta es alguien con capacidad para alcanzar lo mejor tras su formación vital y académica, y la experiencia que se obtiene de ambas, podríamos deducir que la Cultura es la capacidad que tienen los seres para dar respuestas adecuadas a los problemas que se presentan en su vida diaria, aportando soluciones, no creando otros problemas, en todos y cada uno de los ámbitos de nuestra existencia. Igual que «el hábito no hace al monje», «el dinero no da la felicidad»…
    La Educación no es un fin en sí misma y tampoco exclusiva para convertirnos en personas cultas, hacen falta otras cosas. Y lo vemos en todo lo que nos rodea a nivel social, por las decisiones de algunos, quizás demasiados, que con sus decisiones de personas «con una paupérrima cultura vital y académica» y escasa conciencia cultural -a pesar de sus títulos académicos y currículum vitae-, «nos traen por la calle de la amargura» a todos los seres humanos.

    Lo dicho, gracias por regalarnos una publicación amable, ilusionante y didáctica para todos, incluso para los que compartimos el hecho de cantar y de hacerlo, además, en coros.

    Un abrazo y todo lo mejor para este nuevo año que estamos estrenando.

  7. Como miembro del Coro de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas de Gran Canaria, y en su nombre, mil gracias por describir y sentir las armonías que vuelan y ruedan en torno a todos y cada uno de los que emitimos aire transformado en sonido, notas distintas que se unen en un mismo y misterioso acorde; deseos y ansias sonoras que se conjuntan con la fuerza instrumental de una orquesta… y todo se convierte en una delicada y mágica bruma llena de paz, alegría y energía…
    El mundo, el universo, es pura música… Quien una vez la siente, jamás podrá prescindir de ella…
    Un gran abrazo, Juanjo
    Rosa

  8. Gracias , por esta hermosa descripción de la armonía en la naturaleza de la cual formamos parte los humanos.
    Ojalá los seres humanos fuéramos capaz de respetarla, seriamos mas felices, pero en nuestra forma de ser hay matices negativos que lo impiden.
    Te felicito por esta reflexión que estando presente en nuestra forma de ser, con demasiada frecuencia olvidamos.

  9. Maravillosas expresiones describiendo algo que eleva las almas y hace sentir respiraciones profundas y saciantes. Sé de lo que están hablando…lo he sentido y lo intento hacer sentir a los peques…Me quedo pequeña ante tantas buenas formas de expresar lo mismo. Gracias

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