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Titulares que son suplentes, o no

Adelanto que todos los titulares citados en este artículo están tomados de la prensa diaria de nuestro país.

Y es que los titulares siempre han dado para comentarios, unos por la pólvora incendiaria de su enunciado, otros por la curiosidad que despiertan, y no pocos por la conmoción instantánea que producen. Incluso me atrevería a decir que existe un género basado en la creación de titulares estrambóticos, sarcásticos o simplemente lúdicos cuya elaboración se basa en subvertir los elementos constitutivos de lo noticiado. Quizás se nos hayan venido a la mente los ingenios verbales de El Mundo Today. Pero no es esa la perspectiva sobre la que quisiera reparar.

Llevo tiempo recopilando algunos titulares que, sin pretenderlo, anuncian una realidad distinta a la que denotan los términos en que han sido expresados. Tienen el aspecto de una metáfora, o la voluntad pícara de una ironía, o el sentido plural de la polisemia, pero no emplean ninguno de esos recursos estilísticos. Comunican lo que comunican, se ciñen a un fenómeno distinguible. Sin embargo, actúan aludiendo a una realidad paralela. Como si el inconsciente del redactor hubiera querido referirse a otro fenómeno, con la diferencia de que en este concurren elementos ideológicos o morales y por tanto subjetivos.

Veamos el primer ejemplo. Rezaba un titular de El País: Una iglesia sumergida en 1962 emerge por la sequía en Barcelona. Prescindiendo de la distinción entre la mayúscula y la minúscula en «iglesia», el titular se presta a encabezar la noticia de un resurgimiento de los ideales católicos ante la escualidez y el deterioro de los principios y valores en la capital catalana. Que lleva aparejada una soterrada alusión a la sensación de caos producida tras los acontecimientos de sobra conocidos en Cataluña. Pero no hagamos caso a la sospechada doblez del titular y sigamos con otro.

Se busca al dueño de una pierna amputada. No procede, en este caso, solazarse en el hecho de una operación tan desgraciada, que habrá sumido al paciente en la mayor de las desesperaciones, pero habría que reparar en la intención del periodista, porque bien que podríamos deducir que esa pierna necrosada y dejada atrás es una evocación de las culpas atribuidas a los otros, de las miserias ocasionadas por actos delictivos o por responsabilidades de cualquier cariz que producen putrefacción moral o material, y que dejan atrás la bola gangrenada para que termine de corromper la paz social.

El cambio climático está robando color a las aves. Nada más apocalíptico que esa inclinación hacia el gris que todo lo nubla, que siembra de desolación el porvenir. Que el efecto natural del calentamiento global sea la decoloración de las aves parece la antesala de una distopía más que creíble. Y el plumaje mustio deja de ser una consecuencia de la degradación para convertirse en un metafórico castigo para el sentido de la vista.

Muere una vaca acosada sexualmente por un burro. Quien quiera apurar la gracia connotada por animales tan jaleados en los territorios del humor, que lo haga. Todo no va a ser gravedad. Pero creo que el titular dispara con plomo sobre una brutalidad por desgracia tan frecuente.

Detenido un cura afroamericano por regar las flores de su vecino. Como la desconfianza ha ido creciendo a la par que el progreso de nuestra sociedad, vienen siendo normales el desprestigio de la bondad inmotivada y la sospecha sobre un samaritano espontáneo. La noticia a la que corresponde este titular, cuyo desarrollo pude ver en un vídeo clarificador, concluía con la liberación del protagonista de la misma, una vez se comprobó su limpia voluntad de favorecer a su vecino. Pero el rastro de duda que habrá dejado la rareza del caso no desaparecerá tan fácilmente. De ahí que el titular cobre una envergadura simbólica relevante porque en nuestro prontuario de normas cívicas figura una que dice: mis flores me las riego yo. ¿O no?

Un comentario en “Titulares que son suplentes, o no”

  1. » Cuida…y riega tu jardín», que concluía el » Candido » de Voltaire. Pero hoy días hay tanto,a capullo,a suelto,a que…da miedo salirse de tiesto. Felices fiestas querido amigo.
    Gracias por estos textos tan incisivos e inteligentes, con ironía fina, marca de la casa.

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