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Fábula

En una región revestida de una noble dignidad democrática, bien visible en el mapa para cualquier ciudadano moderno que se precie de tal, habitaban unos individuos que mantenían un tipo de convivencia falsamente pacífica, toda vez que la ambición por el poder de unos cuantos y su afán de codicia de los bienes materiales de la comunidad reptaban con ineluctable dirección al triunfo. De manera que, andando el tiempo y cuando se pasó del pensamiento a las obras, la población terminó dividida entre los que apoyaban a los codiciosos y los que se oponían a ellos reivindicando la vuelta a la convivencia horizontal. Los primeros, según se mira el mapa, se situaron a la derecha de la región y los segundos, a la izquierda. Continuar leyendo «Fábula»

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Nuevos oficios

Me ha venido a la cabeza el antiguo oficio de las plañideras, esas mujeres contratadas para llorar en los entierros de difuntos que les eran desconocidos. Y me ha venido a la cabeza porque me he ido enterando de la existencia de nuevos trabajos que podrían, a simple vista, constituir una rareza por el desempeño estrechamente ligado a actividades propias del oficio de ser humano. Por si no lo recuerdan, las plañideras se remontan a la Antigüedad, y aunque en España fueron prohibidas en el siglo XVIII, porque sus expresiones de dolor rayaban el histerismo y transmitían una visión de endemoniadas que asustaba al clero, esta ocupación permaneció de manera clandestina en algunos pueblos. Y miren por dónde, hoy existen empresas en el Reino Unido que ofrecen el servicio de lloronas a la carta para asistir a duelos en que se prevé una baja participación, por la mala ralea del difunto o por su dificultad en vida para hacerse con una buena cartera de amistades y deudos.plañideras.jpg
Si bien consideré a las plañideras como un atavismo, dado mi ingenuo prisma de la naturaleza de las relaciones sociales, ahora que voy conociendo estos nuevos oficios regresa a mí una cuota de estupefacción, nada trágica, por cierto, que me hace considerar a las antiguas lloronas postizas como un acierto para corregir los rotos que generan los desajustes o las anomalías de las relaciones sociales. Continuar leyendo «Nuevos oficios»