No sé ustedes pero en casa desde que llega el puente de diciembre lo único que nos da por organizar es una tarde cocinando truchas de batata. Además mi hijo el pequeño es adicto así que el ratito se convierte en todo un acontecimiento. Comenzamos sacando de los altillos las latas de galletas navideñas, esas que han ido llegando a casa a lo largo de los años y son el recipiente donde mejor se conservan y no solo por eso, sino es que nos resulta hasta romántico. Dudo que las truchas nos supieran igual guardándolas en otro sitio.
Acto seguido nos metemos en faena, pelando, cortando, guisando, haciendo puré las batatas, mezclando, volviendo una y otra vez hasta conseguir el punto perfecto del relleno y como por arte de magia y sin varita, la cocina se convierte en una fiesta, el rebaño al completo colabora y el que no encuentra entretenido machacar las batatas, se pone a rellenar las obleas o a manejar el fuego para que queden perfectas. Todos encontramos el hueco donde entretenernos pero una vez soltamos delantales y limpiamos el patio donde nos hemos recreado, empezamos a organizar la Navidad, así que una vez queda inaugurada la temporada de truchas, empezamos a planificar los reencuentros con la gente a la queremos porque eso es lo que más nos gusta, incluso más que las truchas, de la Navidad.
INGREDIENTES:
- Un kilo de batata amarilla.
- Un trocito de cáscara de limón.
- Anís.
- 250 gr. de azúcar blanca.
- 100 gr. de almendras tostadas sin sal.
- 100 gr. de pasas.
- Aceite de oliva
- Masa para empanadillas.
- Azúcar glas para decorar.
ELABORACIÓN:
Comenzaremos pelando y cortando en pedazos la batata y acto seguido la pondremos a guisar en agua a la que añadiremos un trocito de cáscara de limón y una cucharadita de anís.
El tiempo de cocción es de unos 20 minutos una vez rompa el hervor. Pasado ese tiempo, retiraremos del fuego y pondremos la batata a escurrir. Retiraremos la piel del limón.
Una vez esté seca, la pondremos de nuevo en el caldero o en un recipiente hondo y ancho del que dispongan para que nos sea más cómodo chafar toda la batata hasta conseguir un puré homogéneo.
Mientras vamos haciendo el puré, podremos ir tostando las almendras con un ligero toque de aceite de oliva.
Al puré que hemos hecho con las batatas, le añadiremos todo el azúcar y mezclaremos un buen ratito hasta que veamos que está perfectamente integrada.
Una vez tostadas las almendras, las picaremos en pedacitos, mejor si lo hacemos en picadora eléctrica. Una vez las tengamos listas, las añadiremos junto con las pasas a la batata.
Mezclaremos bien y ya tendremos el relleno de las truchas.
Ahora iremos rellenando las obleas, yo llevo años utilizado la masa Buitoni o las de La Cocinera. La verdad que hacer la masa no es difícil sino que lleva mucho tiempo y estas que uso san muy buen resultado. Pondremos dentro de cada oblea como algo más del tamaño de una nuez para que al doblarla no se rebose el relleno.
Humedeceremos los bordes con un poco de agua y doblaremos la oblea. Para sellarla presionaremos ligeramente con las puntas de un tenedor.
Cuando ya las tengamos listas, calentaremos a buena temperatura, sin que humee, aceite de oliva suave en una sartén. Cuando esté bien caliente, las iremos dorando con sumo cuidado de que no se quemen ni se abran. Una vez doradas las dejaremos sobre papel absorbente y dejaremos que se atemperen, antes de espolvorearles el azúcar glas.
Se pueden hacer al horno y son más sanas. También se pueden mojar con huevos antes de hornear y se quedan as amarillas (más bonitas? Puede que sí).