Publicado el

Pollo a la manzana

Es curioso, en otoño es cuando único como manzanas. En otras estaciones del año no me apetecen, mi cuerpo no me las pide pero desde que cambió la hora ya no hay tardes sin manzanas. Además tienen que ser manzanas rojas. Dan las 18:00 en el reloj, voy derechita al frutero, cojo mi manzana, la lavo bien, le meto un mordisco y contemplo un rato la marca que dejan mis dientes y así una tarde tras otra.

Esta adicción temporal también trae consigo todas esas recetas que cocino con manzanas, como las tartas,  las tartaletas, los apple strudel y no puede faltar nunca el pollo a la manzana. Mi hijo el pequeño no entiende por qué precisamente esta última no se cocina el resto del año pero así de caprichosas suelen ser las costumbres y las manías y no voy a perder más tiempo en explicárselo porque el peque de la casa tiene la virtud de convencer al más inflexible con una caidita de ojos y su sonrisa de medio lado. Si sigo contándole que no me gustan las manzanas ni de primavera, ni de invierno y mucho menos las del verano, sé que acabaré cocinado el pollo en pleno mes de agosto. Habilidades no le faltan, así que para mantenerme en mis principios, empiezo la temporada de esta receta y la preparo una vez en semana, a ver si lo canso. En todos estos años no lo he conseguido, al contrario, desde el pasillo le llegan los aromas y si no fuera por el maldito Covid, ni se lavaría las manos para llegar antes a la mesa.

 

 

INGREDIENTES:

  • 750 gr. de pechugas de pollo en filetes.
  • Un sobre de crema de champiñones.
  • Una cebolla.
  • Tres manzanas rojas.
  • 100 ml de vino dulce.
  • 150 ml de zumo de manzana.
  • Sal gruesa
  • Pimienta negra
  • Aceite de oliva

 

ELABORACIÓN:

Empezaremos cubriendo los filetes de pollo en el polvo del sobre de crema de champiñones. Así tal cual lo están leyendo.

Una vez los tengamos todos listos, verteremos aceite de oliva en un caldero bajo con buen diámetro. No se excedan con la cantidad de aceite para que no nos resulte una salsa grasienta. Con cubrir el fondo será suficiente. Lo pondremos a calentar y una vez esté caliente, doraremos un minuto los filetes por ambos lados.

Retiraremos del fuego y reservaremos los filetes. En el mismo caldero y con el mismo aceite, doraremos la cebolla cortada en juliana a fuego medio.

Una vez que empiece a dorarse, incorporaremos las manzanas peladas y cortadas en cuadro.

Cuando observemos que las manzanas empiezan a tomar color, verteremos el vino y subiremos la potencia del calor, hasta que el alcohol se evapore.

Removeremos bien, para que no se nos pegue al fondo. Una vez observemos que el líquido se ha reducido, verteremos el zumo de manzana y volveremos a potencia media. Si han quedado restos pegados al fondo, aprovecharemos al verter el zumo para desglasar el fondo del caldero, con una cuchara bien de madera o silicona para no dejar marca en el caldero.

Lo mantendremos a fuego medio unos 15 minutos o hasta que veamos que las manzanas se deshacen con facilidad. Una vez pasado ese tiempo, verteremos la salsa en una batidora eléctrica y batimos bien hasta conseguir una salsa, espesa pero muy cremosa y brillante. Verteremos la salsa batida de nuevo al caldero e incorporaremos los filetes de pollo que teníamos reservados.

Dejaremos 10 minutos más a fuego bajo, para evitar que el pollo se reseque y ya estará listo para disfrutarlo. La guarnición ideal es aquella que te permita disfrutar mucho de la salsa porque está increíblemente deliciosa. Incluso, si quieres potenciar aún más el sabor de la manzana y si optas por acompañar este pollo con unas papas fritas, puedes incorporar a las papas, algunas manzanas en gajos y freírlas a la vez. Irresistible!!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.