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Hombres D

 

 

Tenemos la costumbre, la muy mala costumbre de infravalorar la labor; y muy especialmente el éxito de las mujeres. Siempre están con sus comentarios que fulanita es y está por él, llegó gracias a él o ellos. Siempre dando las gracias al género masculino, casi como una codependencia ontológica. Debo pedir disculpas, porque no soy yo el que va escribir. Hoy solo soy un medio, para que este espíritu que me ha tomado se exprese. Al espíritu de Simone de Beauvoir le ha dado por meterse en mis adentros; es una pesada e insiste en que escriba sobre los Hombres florero: los hombres que se aprovechan de las mujeres: los hombres, algunas machistas, no sé si muchos o pocos, pero algunos que viven debajo de las bragas financieras/ políticas de su mujer. No es algo malo, negarse a eso es machismo. Es una de las múltiples formas de actuar con misoginia. Los hombres D, y no G como aquel grupo ochentero que todavía sobrevive (la juventud es un estado del alma, óle los poetas lindos como Valery o Summers), a diferencia de lo que dicen son una expresión del feminismo y el empoderamiento femenino. No hay nada de malo, quién quiera vivir debajo de nuestras faldas- sigue escribiendo Castor- que viva: suficiente espacio-tiempo tenemos. Lo ideal sería liberarse. Todo esto lo digo por las feministas que se niegan a la empatía y al socorro del hombre. ¿Acaso no somos las creadoras del mundo?, Os digo una sola cosa: soy Castor y reivindico la D para quien quiera utilizarla. Adiós, o quizás hasta otro día. Posdata: si alguien conoce a un exorcista que me escriba al privado, el exorcista debe hablar francés.

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Mi mamá noruega

 

 

 

Estas fotos son del treinta y uno de mayo de este año, el mismo día de Canarias puse tierra de por medio. Muchos pueblos viven en mí, y mi tierra canaria es uno de ellos. Ella siempre vivirá en mí, y yo siempre estaré bajo la sombra del Nublo. Ya han pasado varios meses, la bienvenida a Norwey ha sido espléndida: de carácter literario, una acogida familiar y cariñosa por parte de los amigos con lo que me he ido de fiesta o me tomado un smoothie, los empresarios con los que he trabajado, el cielo gris que acompaña esta vida literario-empresarial que he decidido emprender. Noruega ya es una madre, min norske mor, que me anima a seguir flotando en la inmensidad oceánica del derecho, la poesía y la prosa de vivir. Los escritores árabes, llámese Nizar Qabbani o el queer de Abu Nawas, están de acuerdo en que un viaje se resume desde sus tres primeros pasos; los míos, acá, han sido fabulosos. ¿No es un milagro encontrarse con un lector de Sartre en el tren desde el primer día?

Este viaje continúa, no terminará, porque ella, Norge, es una forma de vivir; inclusive, si me permiten la referencia sartriana: es un ser en sí donde hijos/ciudadanos son libres. Esto podría ser tema de un ensayo, porque el modelo capitalista acá es espléndido desde el punto de vista económico y sociológico; anima a sus ciudadanos a ser libres: ¡salir por debajo de las alas del gran pelícano (véase el significado simbólico) que es el Estado!

 

Tusen takk, Noruega, y por supuesto:

¡Viva la sociedad abierta de Karl Popper!

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Carta de un musulmán a Salman Rushdie

 

Creo que la palabra y/o el mundo del pensamiento debe ser laico, no debe estar contaminado por la fe. La religión debe ser cuestión personal e intransferible, cuya soberanía debe estar limitada a la casa de cada cual. Cuando abrimos un debate público sobre la religión a nivel público levantamos pasiones como pasa con la política u otros temas. Abrir un debate es invitar a la reflexión, acto valiente y valeroso donde los haya. Salman Rushdie es un valiente, fue y es un hombre libre que con sus Versos satánicos abrió muchas puertas: a musulmanes y  no-musulmanes. Fue una revolución. Yo como musulmán le doy las gracias, por hacernos reflexionar con su literatura y me avergüenzo contra el cretino, el loco, el estúpido, el caníbal, el cuervo, el individuo que se subió al escenario y apuñaló una veintena de veces al escritor. Qué vergüenza compartir religión (al menos de nombre: Islam) con este hijo de puta. Lo siento. ¿Hasta cuándo vamos a seguir con este miedo? ¿No les ha sido suficiente con su autosecuestro durante nueve años, si no me falla la memoria? Basta de radicalismos, hay cambios en el mundo islámico; hay una generación que defiende un islam democrático. Vale, me dirás querido lector: ¿pero esta mierda que hizo este hombre qué es? Pues un acto terrorista: queda mucho trabajo contra los islamistas radicales, aunque lo cierto es que he dado por hecho que este ataque es obra de un musulmán. Para no faltar a la verdad debo decir que todavía no tenemos información de la identidad / religión del tipejo, aunque todo parece indicar lo que todos intuimos.

 

Lo único que quiero mandar es un abrazo apretado a Salman Rushdie, mis rezos serán para él. Saldrá de esta, inshallah. Este es el precio a pagar que tienen los intelectuales por ser libres y defender la igualdad del otro. El autor de » Los versos satánicos» o «Hijos de la media noche» no le tuvo miedo a Jomeini, y yo tampoco. Jomeini no es Allah, deben saber muchos musulmanes. Dios es Allah; Dios es Jesús; Dios y fe, la buena fe de cada cual; Dios es tolerancia; Dios es tener conciencia-como escribió Nawal Saadawi- y Dios siempre debió ser progreso. Dios es pensar en el prójimo; Dios es vivir y dejar vivir.

Dios no es lo que pasó hoy.

 

Silencio.

 

Acabo de cerrar los ojos: he visto el abrazo a cinco de Jesús, Moisés, Mahoma, Bertrand Russell y Buda. Dios es amor y el amor es energía:

 

Te pondrás bien, estimado Salman.