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Quem é Teca?

Teca Barreiro es una mística, una curandera que sana con amor. La curandera de los místicos africanos recorre toda la geografía de la historia hasta llegar a un pasado de pamonha, Tupinambá, para danzar con los indígenas. Teca es negra, tupinambá, brasileña, española (universal, quizás su única nacionalidad sea su honesta energía: su poesía). La epopeya de sus manos, ese reiki. Su voz es como la melfa que me envolvía de niño, cuando mamá viajaba lejos. De Teca se puede decir que es la heredera de Lao Tse, motor divino de amor (¡bendito sea Dios!) en su conversación: en su existencia: en su Verbo (en mayúscula). Podemos decir de ella, mil cosas. Pero, lo único que me dice el corazón (ese corazón mío y de los míos; muy pocos lo conocen, muy pocos lo conocerán, porque un corazón sin misterio no es un corazón) es el cariño, el respeto y la admiración que le tengo a esta mujer. No he hablado mucho con ella, no he tratado en lo personal demasiado, pero la estimo como si fuera una hermana o una morabita a la que rinde culto un ejército de poetas y filósofos. Lo juro, como dijo Goethe en una de sus cartas: «ella es todo, todo en plenitud». Teca es el ejemplo de lo que quiero ser en vida. De mayor, o ahora, quiero ser como ella: conseguir esa paz con los otros habiendo conquistado la paz perpetua (en nombre del amor) entre el pasado, el presente y la eternidad del ser.

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Irma Ariola y donde amar no es pecado

Cuadro de Irma Ariola ©
© «Irreverente» de Irma Ariola.

Acabo de llegar a la presentación de «Naúfraga en tu piel», territorio donde amar no es pecado. La poesía, de la autora, Irma Ariola, es la tierra y el camino que hace el corazón cuando ama a otro corazón. En este acto, en este mundo, las personas y las ideas se aman más allá de los géneros. El arte es eso, arte: más allá de los géneros, los dogmas, las cruces griegas o latinas que ponen genitales al corazón. No, por favor. Dejad que las mujeres y los hombres caminen con los ojos atados a la luz de la libertad y la fraternidad. Amaos los unos a los otros, dijo un filósofo evangelizador. Estoy entre las cuatro paredes de la exposición- presentación, en el Club Náutico. El aire huele a la sensibilidad de quien mira una obra de arte y se emociona. La sensatez de quien se emociona con lo bello. En este libro; las personas no son colectivos, sino individuos libres que no son etiquetados como herederos de Safo o Byron. Las personas son personas sin necesidad de clasificar, dividir en grupos; y en este caso Irma es la profetisa que coge de la mano a todos lo que estamos en la sala. A su derecha tiene a Néstor Dámaso del Pino (¡tremendo descubrimiento; genio, genio, genio mil veces!), a su derecha está la sacerdotisa egipcia Rossy Robayna (un corazón honesto que escribe con belleza). En la otra punta del círculo está la reina Chicha (a sus pies, majestad); a su lado se encuentra el genial fotógrafo Miguel (gracias, caballero). El círculo es infinito, miles de años de historia están en él. Se escucha a Rosario Valcárcel recitar un poema homoerótico, mientras el genio de las espiritistas (con denominación de origen teldense) escucha atento. Mi amiga Elena me agarra la mano. Conversamos de Derecho. Se escuchan las “Sombras” de Chavela Vargas. El círculo continúa con las manos abrazadas. El círculo desea poesía. ¿A qué poesía se refiere? A la poesía de la luz: a la luz poética de los buenos artistas.

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Mi querida España

Lienzo de la La Chunga. ©La Chunga.
Cuadro de La Chunga. © La Chunga.

En esta época, querida España, todos te adoran y respetan. Todos gritan con el pecho lleno de aire: ¡Viva España! España se pone tímida con ese «viva», que es como un «óle» bien dicho. Viva España, dice el demócrata. Viva España, dice el fascista. Viva España, dice el socialdemócrata. Viva España, dice un ejército de marujas con carrito de camino al Mercado Central. Viva España, grita una coleta sin caspa. Viva España, dice un hombre con gafas de sol desde un avión socialista. Viva España, dicen los poetas. Viva España, dicen las naranjas. Viva España, dicen los brócolis. Viva España, grita un gato en su séptima vida. Viva España, dice la pulserita bicolor. Viva España, dicen las gaviotas azules. Viva España, afirma una congregación evangélica. Viva España, dice un mahometano español. Viva España, escribe un liberal. Viva España, recitó Pemán. Viva España, gritan las feministas. Viva España, gime la puta respetuosa (de Sartre). Viva España, exclaman desde un bar de alcohólicos. Viva España, cantan desde un instituto público. Viva España, es el manifiesto de un grupo LGBTIQ. Viva España, grita una jauría de perros mientras los camaleones cambian de color. Viva España, dicen los honestos. Viva España, dicen los vendidos. Viva España, dicen los trepas. Viva España, dice una gorda a punto de comerse un bollo de chocolate. Viva España, dice un estudiante a punto de pirarse a Alemania. Viva España, grita un servidor a la patria. Viva España, dice el Estado. Viva España, gime la nación. Viva España, escribió José Antonio Primo de Rivera. Viva España, pensó Jorge Santayana. Viva España, afirma un repúblico. Viva España, le dice Maimónides a Averroes. Viva España, le chilla Quevedo a Cervantes. Viva España, dice Vargas Llosa mientras la Presley canta por bulerías en Manila o Arequipa. Viva España, dice un monárquico octogenario. Viva España, dijo un afrancesado. Viva España, dice la leyenda negra que recorre nuestra geografía espiritual. Viva España, dicen los políticos. Viva España, interpretaron todos.