Chiquetete ha muerto

Chiquetete en concierto ©DiariodeSevilla
Chiquetete en concierto ©DiariodeSevilla

La voz más tímida del flamenco le pertenece a este gran artista que es, y seguirá siendo, Chiquetete. Su arte va más allá de la adicción que padeció (y de la que pudo recuperarse), o ser denunciado por malos tratos. Volveré, volveré porque te quiero hasta tu puerto. Así es, ayer murió la persona y el personaje pero renace el artista y su obra. Florecerán las mejores baladas flamencas que ha dao un gitano, renacerá como el anticristo en el apocalipsis por orden del arte. Arte, el arte que menospreciaron los que no perdonan a quienes cumplen su condena. Como persona será lo que cada cual crea. Juicios y opiniones sobre la persona hay miles, pero no deben afectar al artista. El arte es otra cosa. Debemos, como imperativo categórico, separar la persona del artista. La biografía y el arte deben separarse. Picasso fue un misógino, ¿alguien cuestiona su obra, por ello? Pues, lo mismo estoy haciendo con Chiquetete. Antonio José Cortés Pantoja, Chiquetete para su público, fue y es un monumento para la música bien sentida. Sí, sentida porque Antonio cantaba sintiendo. Después de miles y miles de litros de tinta ácida/ rosa sobre Chiquetete se reconocerá (después de muerto como pasa casi siempre) el arte universal e inmortal de este gran artista. Genio, sensible, tímido, papá de la balada flamenca porque así lo dicen sus hijos: «Volveré», «Tú y yo», «Esta cobardía» o su clarividente canción «Secretos» donde canta «Todos tenemos secretos que no podemos decir// Todos tuvimos un sueño que… no pudimos vivir//Todos tenemos recuerdos que no podemos recordar».

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