Màxim, ¿estás ahí?
Tu currículum sigo siendo una hoja blanca o amarillenta de cara al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Sigo manteniendo lo que dije el otro día, un Ministerio es algo mú grande para ti. No es justo que Lydia Lozano o Belén Esteban no sean ministras, y tú sí. Más allá de esto, hoy vengo a darte la mano. Apretarte la mano y felicitarte por dimitir voluntariamente. Has sido honrado, leal y consecuente con tu pasado. Te felicito, porque supiste sobrevivir-¿sigues ahí?- a un bombardeo de piedras calientes: ¡meteoritos de veneno y envidias! Escapaste airoso a sabiendas que una jauría hambrienta- y de amarilla dentadura, como dijo el poeta granadino- quiere comerte. Camina, no temas. No mires atrás, que te convertirás en uno de ellos.