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Filalisis

Dijo un griego que jamás te bañarás en el mismo río dos veces. Las cosas cambian y las relaciones humanas también. Ahora todo es líquido. Todo es frívolo, casi todo es aquítepilloaquítemato, vendo millones a precio de céntimo. L’amour, como cantó la Callas, es un pájaro rebelde… al que hay que explicarle las cosas. El amor es un mentira para el posmodernismo, es un verdad líquida que cualquiera puede transformar en lo que quiera (cada uno interpreta el amor a su manera olvidando la fórmula). Las relaciones humanas están sujetas a la moral, a la personalidad de las gentes, a la ética y a la fórmula mágica de la lealtad. Aquí cada cual hace lo que quiere: todos hablan de sus emociones, de sus derechos, de su corazón; ¿y el corazón del otro? La gente (concepto abstracto que todos utilizan como si no formarán parte de la gente) ya no es leal, no cree en: 1+1 igual a la verdad del 2 como escribió el amante filalisis de Zizek, Alain Badiou. Sin esa ecuación no existe la verdad del dos, ni con el ménage à trois ni con esos poliamores desconfigurados (amar a tres a las vez y que estos se amen entre sí, ¿hasta cuándo, alma de cántaro?).La gente pasa de tó. Está perdía y se cree profeta, ¡qué días más raros! Parece que el amor se alimenta de la venganza y la amistad de la envidia. Óle por ese gitano que escribió estos maravillosos versos:

 

Yo estoy perdía y m’alegro

De verte perdío a ti;

Y otro perdío s’alegra

De verme perdía a mí.

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Carrie Bradshaw II

 

Carrie Bradshaw.©SATC
Carrie Bradshaw.©SATC

Carrie conoce la libertad de Spinoza, una falsa libertad (pero libertad, al fin y al cabo) producida por unos tacones caros que hacen ruido. Un tic-tac carolinaherrense. Una camisa exclusiva de Elie Saab. La falda- Thierry Mugler, of course- creaba una imagen armoniosa con la camisa. La libertad no es tan cara para Carrie. Las personas se sienten libres derrocando al dictador, ganando la lotería o ascendiendo laboralmente. Carrie se conforma con pasear su cuerpo (decorado de marcas) por la Calle 42, mientras los obreros gritan su nombre (lo mismo la llaman Carmen, Lola, Mary o Pitty) y las otras se mueren de envidia. La envidia es un elemento muy importante en la psicología de Carrie Bradshaw. «Si te envidian estás en lo cierto», ha sido su lema de vida.

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El corazón es una lenteja

Composition with the Sun, ©Mordechai Ardon
Composition with the Sun, ©Mordechai Ardon

Su corazón tenía la forma de una lenteja. Según quien lo amara, ese “puño de amor” se convertía en una patata, en un garbanzo o en una lata de atún que comían los gatos de la noche. Más que un corazón era un cuento kafkiano: siempre cambiaba de forma. El domingo pasado se encontró con el amor de su vida, y cómo no el corazón se transformó en un ángel de grandes dimensiones. Gabriel, según los mamelucos que lo vieron, medía lo mismo que un baobab. Este corazón era mucho, mucho más que Gabriel o cualquier representación humana que se haya podido hacer sobre un ángel. Ese corazón era como el fuego, era como el río de Heráclito; fue un ángel que trascendió más allá del habitáculo donde se esconden los corazones humanos. Trascendió, para volar contigo.