Carmen
Carmen se enamoró de su mirada, de su forma de caminar. Pero, él desapareció. Fue un amor casi soñado, un fantasma que perturba el alma para escaparse a otro mundo. Enamorada. Carmen desenamorada juró no volver a enamorarse. El fantasma volvió después de veinte años. Aquella belleza se había convertido en una vieja con artrosis sentada en el umbral de su casa. Barría su casa por las noches. Cocinaba al mediodía y todo lo demás se lo dedicaba a las telenovelas. Su amor volvió, pero ella perdió veinte años de su vida por un hombre que la quería para dos horas; y no una vida.