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Doble o mitad

@Nacho González
@Nacho González

Esta noche ha sido confesora de un encuentro, en el que los dioses y los demonios y los ángeles se unieron para rendir culto al arte universal; esta noche ha sido de gemidos duros y movimientos rápidos. El arquitecto y genial creador- creador porque crea de la nada, crea vida de un trozo de papel o una masa de yeso- Jin Taira ha demostrado al mundo una belleza sin igual. Belleza en la policromía honesta de cada una de las imágenes que expuso, imágenes rápidas o palabras amarradas a una escultura o un poema; y todo ello como un canario amarillo y bello que vuela de oriente a occidente sin temer a los vientos. Continuar leyendo «Doble o mitad»

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Abaddón y la belleza del músculo

El gimnasio tiene categoría de santuario, en el que uno entra para limpiar sus pecados con las grasas saturadas, las carnes caídas; y todo con el fin de glorificar al músculo. El músculo crea nuestro cuerpo. Y el cuerpo crea nuestra estética, y esa estética nos condena a unas categorías u otras dentro de las sociologías de la sociedad. Estamos ante la dictadura del músculo, donde la piel blanda no está de moda. Todo debe estar tonificado, todo debe ser músculo. Un elemento muy griego, por otro lado, por glorificar la mejor forma que pueda tener un cuerpo que es el músculo marcado, después de una jornada intensiva de deporte y creación de feromonas.

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La orilla

El muelle está cerrado por cuatro muros. Pareciera una alberca, pero no. A pesar de los muros existía una corriente que agitaba las olas cuánticas o microscópicas; estas daban cierto sentido estético a la existencia laboral del muelle. Hacían de paisaje y melodía a las doce horas de trabajo. Las olas nos ofrecían una copa y un movimiento que recordaba al de nuestras mujeres. Ahora, solteras por culpa del océano.