Se divisa tierra firme, 2020
El loco, ese soy yo. Ese que no tiene nombre, como dice la copla. Lo mismo me llaman Adriano, Arthur o Ramón. ¡Qué importa! Adiós a los mil demonios que han manejado mi alma. Adiós a las ratas y a las palomas. Quien quiera volar, ¡qué vuele! Yo sigo mi camino con templanza y alegría. Viviendo en libertad. Vivo y dejo vivir. Espero que el año 20 sea mejor que el anterior. El anterior ha sido maravilloso, pero cualquier tiempo pasado fue peor. Viva este presente de amigos y familiares, que no invadan mi soledad sonora. Gracias al pasado, pero yo me quedo en mi ruta hacia un futuro feliz donde la libertad y el amor inundan mi corazón. Mi amor para los sirios del mundo, qué pena que Siria sea la puta (una puta que fue rey de reyes) en manos de unos mafiosos) ¡Paz y dignidad para Siria! Mi amor más honesto (el único que puedo dar) para cualquier ser humano de la tierra. Me agarro a la belleza, a Antarah ibn Shaddad y a los sapientísimos versos de Yehudah ha-Levi: «Dichoso el que aguarda y logre ascensión de tu luz y despunten sobre él tus auroras».