Desde mi cama, a lo Onetti, escribo estas palabras con la rapidez de un tren. Quizás porque el amor es un tren, pasa una vez: quizás, dos: quizás, tres. O realmente solo una vez, el gran amor es uno: pasa, se desvía del curso natural, rompe las vallas y acaba con todos. El amor, ay: herida putrefacta por el tiempo. Uno puede amar a un ser toda la vida, pero no podrá toda la vida ignorar ese sentimiento. Es imposible ignorar al amor de tu vida, la herida asoma. Duele. Maldita, cállate. A más la callas, más se rebela. Es como si Baudelaire dejara de tomar hachís de la noche a la mañana, una dependencia recorrería su cuerpo que es el de todos los adictos. Una dependencia, un mono que te muerde con rabia las orejas. Sangras, apartas al mono. Pero, cada cierto tiempo-cada cual tiene los suyos- reconoces tu sentimiento. Lo ignoras, te psicoanalizas con los espejos: te engañas, te mientes a sabiendas que a solas vendrá el mono del amor.
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.