Fuera del PP no hay salvación
-Mal anda la cosa, don Virgilio, con tantos insurrectos sueltos por ahí.
-¿Insurrectos?
-Hombre, claro, gente que sale a la calle y se pone a gritar contra el gobierno.
-La protesta es legítima, doña Asunción, porque la democracia no es solo ir a votar cada cuatro años. Cuanto más fuerte sea la sociedad civil, más lo será la democracia.
-¿Llama usted sociedad civil a esos facciosos que importunan a los dirigentes en la puerta de su casa con eso nuevo que llaman escraches? Si son gentuza revolucionaria y violenta que seguramente tienen que ver con los terroristas de ETA.
-Eso lo han dicho para descalificarlos, y los han llamado nazis como a los movimientos que se oponen a que la reforma de la ley del aborto nos lleve a tiempos anteriores a 1985.
-Y es lo suyo, don Virgilio, toda esa morralla no se diferencia mucho de los terroristas.
-A ver si se aclara, señora mía, ¿son nazis o etarras?
-El populacho que se echa a la calle no es de fiar, como esos parados que nos están chupando la sangre a la gente de orden cobrando el seguro del desempleo. Son comunistas que están cubanizando el país.
-Vamos a ver, para usted nazis, comunistas y etarras son la misma cosa por lo que oigo.
-Todos los que van contra lo que dicta el gobierno no merecen vivir en democracia.
-Vaya, el lenguaje la traiciona, ha dicho que el gobierno «dicta», cuide su vocabulario, porque esa palabrita casa muy mal con esa democracia que dice defender.
-Aquí lo que hace falta es mano dura, don Virgilio, ya está bien de que los sindicatos anarquistas le armen huelgas al ministro Wert y a la ministra Matos un día sí y otro también.
-Es que lo que están haciendo en Sanidad y Educación clama al cielo, doña Asunción.
-Están poniendo en orden el demadre de Zapatero.
-¡Vaya, era eso! La culpa es de la herencia, pero lo que no tengo claro es si Zapatero era comunista, nazi, anarquista o liberado de ETA.
-Da lo mismo, se tapan todos con la misma manta.
-Ya… Es decir, según su argumentación (por llamarla de alguna manera) el que no comulgue con las piedras de molino del PP es una de esas cuatro cosas, o quién sabe si las cuatro.
-¿Es que no ve que Rajoy está salvando a este país?
-Ya, ya. Y dígame, doña Asunción, soy simpatizante de un equipo de fútbol, colaborador de una ONG y socio de un club de senderistas ¿eso me convierte en nazi, comunista, anarquista, etarra…? Vamos, se lo pregunto porque un día de estos voy a ir con un grupo de discapacitados caminando hasta el Roque Nublo.
-¡Santo Dios, el Roque Nublo! ¿Es que no ha visto cómo los insurgentes toman posiciones contra el teleférico?
-O sea, que sí, fuera del PP no hay salvación.