Perplejo y tiritando
En este Día de Canarias, me encuentro dolorosamente perplejo por el asunto del futbolista canario Rubén Castro, en una semana en la que la violencia machista ha sido especialmente virulenta.
En este Día de Canarias, estoy muy decepcionado por el simulacro de Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, porque la cultura, si nunca fue plato del gusto de lo público, ahora es que ni alcanza el postre. Y así nos irá.
En este Día de Canarias, me asquea el cruce de acusaciones, disculpas inverosímiles y desidia general ante la situación social y laboral en nuestras islas, con un canario de cada tres en el desempleo. Unos por otros y la casa sin barrer.
En este Día de Canarias, siento escalofríos por la sentencia inhumana de la Corte Suprema de El Salvador, que en la práctica condena a muerte a una joven enferma de 22 años, al impedir la interrupción del embarazo de un feto cuya vida es inviable por tener malformaciones tan terribles como la carencia de cerebro. Tirito ante tanta cerrazón, aunque seguramente tiene más que ver con la crueldad, la hipocresía y la conculcación de Derechos Humanos fundamentales. Sigo tiritando porque me aterra que una ley así sea la que predique Rouco y redacte Gallardón.
En este Día de Canarias…