Educación, único puente hacia el futuro
Señora ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad:
Dice usted estar preocupada porque la ley vigente contra la violencia de género no está dando los resultados esperados. Comparto su preocupación, porque da escalofríos ver cómo siguen subiendo las cifras de las mujeres asesinadas, asunto que, con ser desde luego el más terrible, es solo una parte del problema, que no es otro que el machismo galopante que, lejos de ceder, parece incrementarse en los últimos tiempos. Ahora bien; si piensa que el problema puede resolverse redactando una nueva ley o reformando la actual creo que está en un error clamoroso, sobre todo cuando su departamento ha disminuido recursos destinados a proteger a las mujeres amenazadas, y el fiscal general del Estado, que es legalmente el impulso jurídico del Gobierno, no pone demasiado empeño en exigir del poder judicial unificación de criterios y vigilancia de los vicios machistas que a menudo vemos en la judicatura, por muchas leyes nuevas que se redacten.
Por otra parte, su compañero de gobierno, el ministro Wert, después de saquear económica, ideológica y socialmente la educación, se permite decir que «todavía» sobran 20.000 profesores. Si al mismo tiempo hablan ustedes de regeneración democrática, les recuerdo que la bandera de las grandes figuras que buscaban la regeneración democrática en los siglos XIX y XX (Concepción Arenal, Larra, Mariana de Pineda, Giner de los Ríos, Galdós, Joaquín Costa, Unamuno, Ortega, Madariaga, María Zambrano, El padre Manjón, García Lorca, Casona, Margarita Comas, Rosa Sensat…) era la instrucción pública, la educación. Y si su gobierno no trata de destruirla, lo disimula muy bien.
En definitiva, señora ministra, la mentalidad brutal y celtibérica de este país solo cambiará si se regenera desde la EDUCACIÓN en sentido amplio, poniendo coto a tanta estulticia, cerrando las puertas a la ignorancia programada que ataca por todas partes. Hay que crear una regeneración de los valores éticos, humanos y no divinos. Pero mientras nuestra juventud (hay dos millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan) siga soñando con ser futbolista, miss o novia de torero, seguirá habiendo machismo. La violencia es siempre consecuencia de la ignorancia y la falta de valores. Y el gobierno al que usted pertenece, especialmente el mencionado ministro Wert, el señor Gallardón y usted misma, sigue empujando en sentido contrario. Si lo hacen por ineptitud, es muy grave; si es por decisión política e ideológica, entonces hablamos de irresponsabilidad social, histórica y humana (como diría el castizo, «lo que viene siendo dinamitar un país»).
Señora ministra, quedo por completo a su disposición, porque la educación es el único puente posible hacia el futuro. Buena suerte.