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¿Qué va a ser lo siguiente?

Desde que, en noviembre, fue presentada en España la exposición «Bodies», he tenido intención de escribir sobre el asunto, pero siempre se ha cruzado otra cosa y al final no lo hice. Pero lo hago ahora, que ha estallado la polémica por la oposición que ha despertado en Polonia, donde será exhibida el próximo verano.
especta_515[1].jpgPara quien no lo sepa, esta exposición consiste en mostrar en una sala de arte cuerpo humanos tratados químicamente; es decir, cadáveres embalsamados de alguna manera. En Polonia hay una memoria terrible porque en los campos de exterminio nazis los dirigentes se hacían lámparas con piel humana, y lo que en otros lugares ha sido polémica en Varsovia es hurgar en una herida que no acaba de cerrarse.
Aunque aseguran que esta actividad tiene todos los respaldos jurídicos (y debe tenerlos porque de lo contrario no habría sido expuesta en medio mundo), una cosa son los papeles y otra muy distinta la ética. No todo lo legal es legítimo, y este es para mí un caso claro. Se dice que es arte, pero el arte no justifica que se expongan cuerpos humanos, porque finalmente no hay más mensaje que el del morbo y las personas a las que pertenecieron estos cuerpos merecen respeto.
No todo vale en el arte ni en nada. Se me dirá que la ciencia también se vale de cadáveres, o que la arqueología manipula restos humanos de otros tiempo. Es distinto, se trata de ciencia y no es un espectáculo. Es más, muchas veces, al investigar sobre estos restos se les devuelve la dignidad. Aquí no. Si consentimos estas cosas, ¿cuál va a ser la siguiente?

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Miércoles de Ceniza

En el calendario cristiano, y por consiguiente en el católico, hoy es Miércoles de Ceniza, una fecha en la que se empeñan en recordarnos que venimos del polvo y volveremos a la tierra. Además, termina el Carnaval, aunque nos dan la propina del Domingo de Piñata.
mceniza.jpgLas religiones son muy animadas, y están continuamente chantajeando al creyente con la muerte, como si todos no la tuviésemos presente desde que tenemos uso de razón. Quien más quien menos, ha visto más entierros que bautizos, seguramente porque a estos sólo acuden los invitados y a los entierros va todo el que quiere.
Hay algunas obras literarias que se mueven alrededor de esta fecha, especialmente la que lleva el nombre del día en el título, de José Mª Latorre, y algunas películas, de las que la más afamada es la mexicana en la que, como en todas las que interpretó, María Félix exhibía tanta belleza que casi nadie se ha puesto a pensar si realmente era una buena actriz.
Y es que la muerte vende, sea en las religiones, en el cine, en la literatura y hasta en la realidad, puesto que en España se juega con la muerte en las corridas de toros, igual que en la antigua Roma se pagaban entradas para ir al Coliseo a ver morir cristianos o gladiadores. Está claro que la muerte es un espectáculo, tanto, que hasta el siglo XIX las ejecuciones de reos se hacían en la plaza pública, y siempre había ambiente. De hecho, con todos los grandes cambios que trajo la Revolución Francesa, de lo primero que nos acordamos es de la guillotina. Yo no puedo criticarlo, mi coche se llama Robespierre (lo compré un 14 de julio).
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(La ilustración es el cuadro «Miércoles de ceniza» de Carl Spitzweg: el final del Carnaval)

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La memoria merecida de Juan Alvarado

pf.jpgAcaba de ver la luz el poemario Al este del desdén, de uno de nuestros grandes poetas, Pedro Flores, que, hablando en términos deportivos, está en un momento de forma magnífico, puesto que acaba de ser premiado también en Valladolid. Hablaré más largo de este poeta y de su obra, pero ahora lo que quiero es resaltar el premio que dio lugar a este libro.
Se convoca por parte del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana y lleva el nombre de Certamen Poético Juan Alvarado. ¿Quién es Juan Alvarado? Por desgracia tenemos que decir que fue un hombre extraordinario, un maestro de escuela que llevó su labor mucho más allá de lo que se le pedía. Hizo una gran labor social y cultural en toda la zona de Vecindario y Doctoral, y demostró siempre que pensaba más en los otros que en sí mismo.
Cuando estuvo en política siguió con su misma humanidad. La muerte le llegó temprano, y es de ley recordar la inmensa labor de este hombre. Convocar un premio de poesía con su nombre es un buen homenaje. Juan Alvarado, «Juansito», queda así en la merecida memoria de todos. Quienes lo conocimos sabemos que era uno de los hombres imprescindibles que dijera Bertol Brecht.