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El obispo Echarren


Echarren.JPGEl hoy desaparecido don Ramón Echarren Ystúriz, que fue obispo de la diócesis de Canarias desde1978 hasta 2005, venía de Madrid, donde había sido obispo auxiliar durante nueve años, formando parte del entorno de mayor confianza del cardenal don Vicente Enrique y Tarancón, con quien colaboró estrechamente en los años vertiginosos del final de la dictadura y comienzos de la Transición, en los que La Iglesia, y especialmente Tarancón, jugó un papel más relevante -a menudo a contracorriente- de lo que se reflejaba en los medios, y que poco a poco se va conociendo. Enlazo la larga conversación en tres tiempos que tuvimos en 1996, y que fue publicada en el Dominical de Canarias7, en la que se trata de reflejar su trayectoria y su pensamiento. Don Ramón Echarren es, junto al ya legendario obispo Pildáin, referencia fundamental de la historia del siglo XX también en nuestra tierra, por la indiscutible incidencia social, política y de toda índole que la Iglesia Católica ha tenido y tiene en Canarias. Descanse en paz.

ENTREVISTA CON EL OBISPO DON RAMÓN ECHARREN-1996.pdf

(La fotografía es una de las que Tato Gonçalves hizo precisamente para la entrevista)

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Acabemos con las tradiciones machistas

Vaya por delante que se quedará corto todo homenaje que se haga a las mujeres del pasado (y del presente), que en una sociedad desigual en general llegando al borde del esclavismo, y con un machismo irracional e injusto, trabajaron como si fueran bestias de carga, en las labores del campo, del mar, del comercio o de la vida doméstica, sin ningún artilugio que les hiciera más fácil sus tareas. Miles de mujeres cargadas como mulas de brutales haces de leña seca, de pesados cántaros de agua, de ropa que llevar a lavar al barranco, o de cualquier cosa que hubiera de vender lejos, fuera pescado, leche, queso o productos del campo. «Llevaban el mundo sobre sus elegantes cuellos», dice el cronista con ínfulas de poeta, ¡menuda metáfora esclavista! Luego tenían que ser madres amorosas, esposas diligentes y audaces administradoras.
zzzz mujeres cargando 1.JPGEste tipo de vida sigue por desgracia vigente en sociedades del siglo XXI, y esos modos culturales, religiosos o llevados por la inercia de la costumbre no ayudan mucho porque siempre aparece la famosa e interesada teoría de que «ha sido así siempre». En la tercera acepción de la palabra tradición, la RAE dice: «Doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión de padres a hijos». Suena muy bien, y es tan étnico y tan enaltecedor de nuestros mayores que parece que cualquier costumbre de antaño debe ser conservada. Pues resulta que no, que lo mismo que hay cosas muy nuevas que no son buenas, también las hay deleznables en las antiguas.
zzzz mujeres cargando 2.JPGEsto viene a cuento de los merecidísimos homenajes que se hacen a estas mujeres, sean las gangocheras, las canastilleras, las queseras, las pescaderas, las lavanderas pintadas por nuestros pintores indigenistas o las lecheritas cantadas en nuestro folclore musical. Me imagino esas cervicales aplastadas por años y kilos de peso sobre un cuello siempre firme. Es necesario recordarlas para que esos abusos no vuelvan a producirse, hacer memoria de lo malo para no repetirlo, porque en nombre de la tradición se ha pisoteado al débil y se sigue abusando de la mujer. Solo hay que abrir los ojos para verlo. Tanta barbarie debe ser desterrada, ya el irracional respeto al pasado solo por serlo ha lanzado demasiadas cabras desde los campanarios. Estoy hasta el gorro de que en nombre de la tradición se siga abusando, discriminando, vejando. Así que menos golpes de pecho en nombre de la tradición y más justicia igualdad y progreso para todos, y especialmente para todas. Que ya vale.

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El ébola da la medida de lo que somos

No estoy soprendido, porque por desgracia vemos cada día el cinismo de los poderosos. Con la crisis de la epidemia de ébola en varios países de Africa Occidental ha vuelto a suceder. Sería casi hipócrita echarse las manos a la cabeza, porque no es nuevo. Pero sí da mucha tristeza. Los medios de comunicación, los gobiernos y hasta las organizaciones internacionales como la ONU y la OMS han puesto a funcionar rápidamente sus protocolos. zzzzFuerttttt.JPG¿Para actuar en ayuda de los países que sufren ese azote? No. En las reuniones de emergencia se toman decisiones sobre el control de los aeropuertos y las mercancías, el rescate de ciudadanos de los países desarrollados o incluso se habla del cierre de las fronteras de Sierra Leona. La repatriación de dos misioneros españoles se ha convertdio en la noticia-espectáculo del día, con un lujazo de detalles sobre el hospital madrileño en el que los cuidarán, entrevistas con familiares y reportajes sobre la transformación del avión en un recinto aislado. Todo muy bien y por supuesto muy necesario, pero ni una sola palabra de qué se va a hacer con los miles de ciudadanos de estos países africanos que mueren como moscas. El propio misionero español decía por teléfono que en Liberia estaba desatendido y prácticamente condenado a muerte. Se me ocurre que los grandes estados, con una ínfima parte de los millones que se gastan en bombardear, sitiar y saquear países muy lejanos, podrían montar un dispositivo de emergencia para dar a estas personas los mismos cuidados que van a recibir los evacuados a España y Estados Unidos. Ya han rebasado la frontera de la hipocresía y están claramente en territorio del cinismo, y parecen gritar: «vamos a salvar a los nuestros y los africanos que se las entiendan con el ébola». O sea una condena a muerte casi segura.