Pedro Zerolo, la sonrisa y la seriedad
Desde 1999 se ha establecido que el 3 de octubre es el Día Mundial de la Sonrisa. No es ninguna tontería, visto el asunto desde distintas vertientes. Físicamente, sonreír es bueno porque hace que trabaje un gran número de músculos faciales, y aseguran los especialistas en estética que una persona aumenta en un porcentaje altísimo su atractivo con una sonrisa, lo que genera reacciones de los demás que finalmente es agradable para quien sonríe y para los demás, lo que desemboca en un claro beneficio psíquico. Desde el punto de vista social, la sonrisa no siempre ha tenido buena prensa, porque se contraponía a la seriedad. Así, es raro que veamos retratos de personajes del pasado en los que aparezcan sonriendo, porque se suponía que tenían que dar una imagen sólida. Un disparate histórico como hay cientos, y ya hemos visto recientemente cómo a un político turco le parecía mal que las mujeres sonrieran en público. Y al imaginar a una persona sonriente pienso ahora mismo en Pedro Zerolo, que esta mañana en la radio nos llenaba de vitalismo a pesar de que está luchando contra un cáncer. Decía Zerolo que de lo que se trata es de perder los miedos, que son los que nos lastran, y él predica con el ejemplo, porque ha pasado por encima de los miedos y se ha convertido en una referencia de la convivencia seria, comprometida y alegre (no son términos incompatibles). Por eso hoy brindo por la sonrisa, la salud y el ejemplo vital de Pedro Zerolo.