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Los nombres de la corrupción

El decimista Quintín Silva se escapa otra vez de mi novela para dejarnos estas dos décimas:

Desde los tiempos de Adán,
el corrupto fue robando,
y hasta a Isabel y Fernando
timó el Gran Capitán.
Luego apareció Roldán
y no sirvió su condena
para parar la faena:
hubo Palau, Noos y Eres,
desde Algeciras a Mieres,
pasando por Palma Arena.
imagenjamesbond.JPGAhora la policía
impone muy raros nombres,
que hacen que uno se asombre
ante tal galimatías.
Y muy poco tardarían
en hacer que sea única,
como el broche de una túnica,
Pokemon, Palau, Galgo,
a Gürtel me suela algo
y Malaya con La Púnica.
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La gran mentira del petróleo


Entre noticias y desmentidos, ahora mismo no sabemos qué pasa exactamente con ese petróleo que puede haber en el fondo del mar al noreste de Canarias. Aparte de los peligros medioambientales obvios y catastróficos para un territorio tan sensible como el nuestro, si los cálculos de 140.000 barriles diarios que esperan extraer suponen unos 5.000 millones de euros anuales en el mercado a precio de hoy, nadie nos dice con excatitud qué parte de ese dineral recaerá en Canarias, porque ya sabemos cómo funciona la aritmética de los impuestos con las grandes corporaciones. Está claro que el beneficio no será del pueblo más allá de esa parte impositiva y unas docenas, no más, de puestos de trabajo. Como esos impuestos serán estatales, a Canarias le va a tocar la parte porcentual del porcentaje, un galimatías numérico que si deja un número de tres cifras en millones de euros podemos darnos con un canto en los dientes. Mientras tanto, se pone en riesgo una actividad turística que genera muchos cientos de veces esa miseria tanto en dinero como en empleo. Aunque haya petróleo, el beneficio será ridículo para los canarios y el riesgo tremendo. Es decir, el acuerdo del embudo (fonil), lo estrecho para el pueblo canario, y lo ancho para unos cuantos listos que serán los que llenarán el odre. El lenguaje traiciona, porque los promotores hablan de «oportunidades de negocio». Claro, siempre hacen negocio los mismos. Es que aunque fuera seguro al cien por cien, la incidencia en el bienestar de los canarios podríamos calificarla de «despreciable» en términos matemáticos. Cuando en la publicidad aseguran que Noruega ha aumentado su riqueza nacional no sé cuántas veces gracias al petróleo, no dicen cuáles son las condiciones de explotación, qué parte es del estado noruego y cuál la de terceros, si es que los hay. Vamos, la escondida bolita de los trileros.
zzzztrileross.JPGPor otra parte, ya estoy harto de que algunos traten de ignorantes a quienes denuncian estas falacias y advierten de los peligros, y se ponen muy nerviosos porque no quieren perder esas «oportunidades de negocio» que sin duda habrá para ellos. Para tratar de calmarnos (porque es verdad que estamos muy contrariados, por decirlo con flema británica), nos dicen que todo está amparado por gradilocuentes leyes protectoras (¿protectoras de quién?). Pretenden que nos creamos que una ley de conveniencia puede detener una marea negra de consecuencias mediomabientales y económicas apocalípticas para dos millones de personas. No traten de meternos el dedo en la boca porque ya hemos visto qué extraña relación tienen en España las leyes con la justicia. Que no, que lo del petróleo es un timo. Otro más. Y ya que estamos, a estas horas la Real Academia de la Lengua debería haber emitido una orden de busca y captura contra quien redactó la consulta que quiere hacer el Gobierno de Canarias sobre este asunto. Es que esto es una timba.

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El mundo no empezó ayer

Con tanta tecnología, la gente menor de cierta edad cree que la civilización ha empezado con ellos. Es más, muchos creen que la inventaron ellos, y miran a las generaciones mayores con cara de pena porque suponen que en épocas anteriores a ellos éramos unos cavernícolas que casi no conocíamos la rueda o el fuego. Circula por ahí una especie de chiste en el que un joven se chuleaba frente a un hombre entrado en años, con una arrogancia que parecía que todo lo había inventado él.
-¿Qué hacían ustedes en un mundo tan aburrido, sin satétites artificiales, móviles, ordenadores, wi-fi, airbag, gafas polarizadas, fibra óptica, aire acondicionado, microondas, televisión interactiva, vitrocerámica y otros avances tecnológicos?
-Pues te lo diré -le contestó el que peinaba canas-: como solo existía la nada (bueno, ya había neveras) y nos aburríamos mucho, nos dedicamos a investigar, y así es como hoy tú tienes acceso a satélites, móviles, ordenadores, wi-fi, airbag, gafas polarizadas, fibra óptica, aire acondicionado, microondas, televisión interactiva, vitrocerámica y otros avances tecnológicos. Eso es obra nuestra, no tuya, aunque cometimos un gran fallo.
-¿Cuál? -quiso saber el muchacho.
-Se nos olvidó investigar cómo evitar que haya soplagaitas.
La muestra de que muchas cosas que parecen nuevas existían desde hace muchísimos años son los famosos selfies. Es la gran novedad en los últimos meses, y consiste en hacerse una autofoto con un teléfono móvil, bien sea en solitario o en grupo. La gracia consiste en que el que pulsa el obturador de la cámara también sale en la foto. Resulta que eso se ha hecho siempre usando varias técnicas, pues se podía utilizar un cable y pulsar a distancia o bien programar un temporizador (mecánico, no informático); así, el que pulsaba corría, y cuando la cámara disparaba él también estaba en el grupo. En resumidas cuentas: el mundo no empezó ayer.

zzzzzselfie.JPG(Hay un selfie que se realizó en 1920 en Nueva York, por cinco fotógrafos de la empresa Byron. En la ilustración del post -tomada de Tribuna Global– se ve, a la izquierda, a los fotógrafos haciendo la foto, y a la derecha el resultado. Este pasa por ser el primero que se conoce, aunque hay quien afirma que se hicieron selfies desde el principio de los daguerrotipos, a mediados del siglo XIX).

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