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La percepción social de la homosexualidad

ZPERASMANZANAS.JPGEn estos días una entidad deportiva, cultural y recreativa de mucho prestigio social en Las Palmas de Gran Canaria ha denegado el pase al acompañante de un socio porque ambos componían una pareja del mismo sexo. Es volver otra vez al asunto de las peras y las manzanas de Ana Botella. El ruido que se armó hizo que inmediatamente esa entidad hiciera público un comunicado rectificando su anterior posición claramente discriminatoria. Aparentemente ha sido un episodio fugaz, pero ha servido para poner de manifiesto algunas carencias de nuestra sociedad. En primer lugar, el presidente de ese club dijo que se acogió a la tradición para negar los pases, con lo que esa tradición vendría a legitimar cualquier comportamiento de la índole que fuera. No todas las tradiciones son defendibles, hay unas que sí y otras que son claramente deleznables y por lo tanto una sociedad avanzada debería prescindir de ellas, porque si no, con el mismo argumento justificaríamos las peleas de perros o el lanzamiento de cabras desde los campanarios. Luego han salido comentarios muy curiosos en los distintos foros en los que se airea que haya hoteles en los que solo se admiten homosexuales. El asunto es complejo, porque si bien se puede entender que estos establecimientos existen precisamente por el rechazo que hay en otros a compartir la piscina y el solarium con parejas homosexuales, también es cierto que se crea el efecto ghueto, y eso a menudo es criticado por otros sectores incluso de la población homosexual. Con este incidente se ha puesto otra vez sobre la mesa la evidencia de que bajo la pátina de tolerancia con que se cubre nuestra sociedad se esconden rancias actitudes muy reaccionarias, en las que el ideal humano perfecto es ser blanco, varón, cristiano (por aquí católico), heterosexual y a ser posible rico (los pobres por lo visto tampoco son de fiar).

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Portugal, un país admirable

En estos días se habla mucho de Portugal por el eniversario del 25 de abril de 1974, cuando se produjo la Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura que asolaba ese país desde 1926. En España, siempre se ha mirado a Portugal por encima dle hombro, cayendo en el mismo agravio que achacamos a Francia con respecto a nosotros. ztzs+claveles+1974[1].JPGPero Portugal, un gran país que también fue un poderoso imperio, puede darnos muchas lecciones en casi todo. Para empezar, aquella dictadura salazarista fue derribada por lo militares sin disparar un solo tiro, que si los comparamos con nuestro ejército se nos cae la cara de vergüenza, puesto que aquí era quien sostenía la dictadura. Luego construyeron una democracia, y aunque hoy Portugal sea un país rescatado (sufrió también el engaño y el espejismo de una UE igualitaria, y un euro que finalmente es un marco alemán disfrazado), tiene conciencia de su situación, un paro del 16% frente al 27% español y el 34% canario, y unas instituciones que actúan frente a la voracidad bancaria o contra los ajustes abusivos. El Tribunal Constitucional portugués echó abajo los últimos ajustes del Gobierno por inhumanos, y lo hizo en pocos meses. Aquí, si es que alguna vez nuestro TC llega a pronunciarse sobre los recursos presentados, será en ocho o diez años, lo que indica que la justicia portuguesa es mucho más ágil que la española. Y ahora están en la calle. De manera que, en lugar de menorpreciar a Portugal debiéramos mirarlo como estímulo y, sobre todo, unirnos con él y con todo el sur para acabar con esta dictadura económica. Así que Portugal es mucho más que la memoria romántica de un fusil con un clavel en la bocacha del cañón (*).
(*) No sé si el dato es cierto, pero entonces se dijo que los soldados salieron a la calle con las armas descargadas, no llevaban una sola bala encima.

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Querer y poder

zzzFoto0580e.JPGEn la actual coyuntura política, los hay que pueden, que no pueden, que quieren y que no quieren. Rubalcaba quiere y no puede, Rajoy puede y no quiere y Mas ni quiere ni puede. Hay otros que, aunque cuentan, están limitados en alguna de las dos cosas, o en ambas: Paulino tal vez quiera pero puede poquito, Cayo Lara podría querer, si fuese al mismo psicólogo que Giñán. Los demás no cuentan. De manera que, la pelota está en el tejado de tres, y sólo hay otros tres que pueden ayudar a recuperarla. Pero hay algo con lo que no cuentan, o no quieren contar, y son los movimientos ciudadanos, que ya van ganando algunas batallas aunque desde la derecha les caen chuzos de punta, y un día los llaman proetarras y otro fascistas. Luego está La Iglesia, que juega al policía bueno (la sonrisa incalificable del papa Francisco) y al policía malo (el látigo inquisidor de Rouco Varela). Europa dice cosas que se aplican a rajatabla cuando son negativas y que se despachan con un «ya veremos» cuando son positivas. El FMI vive en la esquizofrenia de dos discursos distintos e incompatibles y hace diez años que no acierta una. De manera que los que quieren no pueden y los que pueden creen que son enviados de los dioses y que el poder les pertenece por designio. Así que, entre la mala fe y la inoperancia está cada vez más claro que tendrán que ser los ciudadanos los que muevan ficha. ¿El Rey y la Casa Real? ¡Uf, vaya día de calóoooo!