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No voy a decir una sola palabra sobre JFK

Que no, que hoy no quiero hablar de John Kennedy, es que ni siquiera voy a nombrarlo. Sí, ya sé que se cumplen 50 años de su asesinato, pero ya estoy cansado de que se armara un barullo mediático cuando se cumplieron 40, 30, 25, 20… Páginas y páginas de periódicos y revistas, horas de radio y televisión, programas especiales, suplementos y opiniones diversas. Estoy convencido de que nunca nos dirán exactamente qué pasó, porque entonces aceptarían que hemos descubierto el juego; si supiéramos con todo detalle quién lo mató, por qué y quienes estuvieron detrás y delante, quedaría al descubierto la verdadera zzzz.JPGnaturaleza del sistema, y se explicaría incluso lo que está sucediendo ahora mismo, porque Kennedy es solo un eslabón más de la cadena, como Patricio Lumumba, Moseñor Romero, Carrero Blanco (sí, sí, Carrero Blanco, que voló por los aires el día siguiente de que le pusiera pegas a Kissinger sobre las bases americanas en España). Nos aturdirán con cuestiones como la trayectria de los disparos, la teoría de la bala mágica, los amoríos innumerales del difunto hasta con la hermana del lucero del alba, casi siempre en terreno pantanoso: Ellen Rometsch (espía al servicio de la URSS), Pamela Turnure (secretaria de Jacky), Judith Campbell (dicen que enlace del Presidente con la mafia de Chicago), Jean Seberg, Angie Dickinson, Marlenne Dietrich… Ah, sí, y una rubia que tal vez hayan oído nombrar, llamada Norma Jean cuyo nombre de guerra era Marilyn. Y cada año el 22 de noviembre vuelven con lo mismo, pero nunca he sabido nada nuevo más allá de lo que se dijo en la tertulia vespertina de mi pueblo aquel mismo día. No me voy a dejar influir, estoy hasta el gorro del asesinato de John Kennedy y por eso hoy no pienso ni mencionarlo. Como decía Pascual Calabuig, pues no faltaba más.
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(La foto es del caserío canario donde estaba la tienda en la que los campesinos tertulianos del 22 de noviembre de 1963, seis horas después del atentado, dijeron más sobre el asesinato de Kennedy que la Comisión Warren, el fiscal de Nueva Orleans y la película de Oliver Stone, después de años y años, sesudos informes, arduas investigaciones y centenares de libros y artículos).

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Consejos a un socialista superviviente

Como vas a ir a la Conferencia Política del PSOE, te aconsejo que seas prudente. Has llegado a ser diputado y gozas de la confianza de los máximos dirigentes gracias a que no sacas pecho. Llevas décadas tocando poder de una manera o de otra. Por eso te recuerdo que lo más inteligente es pasar desapercibido en la conferencia, para evitar que te cuelguen etiquetas. Aunque dicen que lo importante es debatir la ponencia que Ramón Jáuregui lleva meses preparando, todo el mundo sabe que se trata de un tanteo para ver quién se hace con la silla de Rubalcaba en las primarias. zzzvFoto0738.JPGY es ahí donde está el peligro; así que evita armar corrillos con Madina, no vayas a comer con el grupo de Patxi López ni te pares a tomar café con Carme Chacón. Por supuesto, saluda cordialmente a Rubalcaba -es el Secretario General todavía, hay que ser educados- pero no aparezcas cerca de él, ya está amortizado. En realidad, no te detengas mucho tiempo con nadie, porque no sabemos por dónde puede salir cualquier gallo tapado. Cuando se resuelvan las primarias, nadie podrá relacionarte con ninguno de ellos, ni como aliado ni como adversario. Aplaudirás a quien gane y jurarás fidelidad a quien sea. Si pillas poder solucionas los cuatro años siguientes, y si no, la oposición también es política profesional. Recuerda que eres leal, da igual a quien, que el debate, la crisis, la regeneración democrática y una hoja de ruta clara para los electores son cosas que suenan muy bien, pero tú sabes que lo que interesa es mantener el status, porque al final tiene los mismos privilegios un diputado de un partido en el poder que otro de la oposición. No dejes que te engatusen para la lista de las europeas, que eso es flor de un día y te asimilarán con el pasado porque te habrá puesto Rubalcaba, y caído el rey, caída la corte. Actuando así, nunca serás ministro, pero siempre estarás en un vagón de primera. No te olvides de que lo importante es permanecer, saluda a todos y si te paran los medios di ambigüedades, que los hombres como tú navegan en cualquier mar. Así que ahora ten cuidado y no vayas a joderla.

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La dictadura democrática

zzFoto0758.JPGCuantos más mitos pongamos alrededor del poder más nos alejamos de la democracia. Los mitos han sostenido el poder desde los dioses asirios y babilónicos, las deidades griegas y romanas, el César convertido en dios y las monarquías medievales cuya legitimidad se hacía provenir de Dios y que convertía a los reyes en seres extraordinarios, inviolables y superiores. Con la Revolución Francesa este edificio mitómano se vino abajo en la teoría, pero en la práctica se transformó, pues luego vinieron Napoleón, Hitler, Stalin, Mao y muchos poderosos demócratas que a la postre han hecho tanto daño a la libertad y a la democracia como los tiranos etiquetados. Lo mitos de la divinidad que derramaban autoridad sobre algunos mortales escogidos se sustituyen por otros, si bien la religión sigue alimentando la mitomanía en tiranía o en democracia. Me dan miedo estos tiempos, supuestamente democráticos, en los que se milita en el nacionalismo a ultranza, en la suprema unidad de la patria, en el ecologismo irracional o simplemente en un tipo de música que crea maneras de vestir, y se materializan distintos «pensamientos únicos» (el que no piense como yo está en el error o es un traidor). Acaso hayamos llegado a lo que hace una docena de años se dio en llamar dictadura democrática.