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Los mandamases y el cambio climático

Me interesa mucho la supervivencia de este planeta, más que nada porque vivo en él, y para ir avanzando les dejo ya mis impresiones sobre la Conferencia sobre el Cambio Climático, anunciada para el 30 de noviembre en París, que no sé yo si finalmente se aplazará por el momento complicado que se vive en dicha ciudad o se traslada a otro lugar. En cualquier caso, el resultado será el mismo tanto si se celebra, se aplaza, se traslada o se anula. Digamos que escribo esto el 1 o el 2 de diciembre, porque es como entrevistar a un presidente de gobierno, a un arzobispo o a un director de cine en gira de promoción, que ya puedes llevar escritas las preguntas y las respuestas, van a decir exactamente lo que ya conocemos de antemano. Casi que puedes ahorrarte la molestia de acudir porque incluso suelen darte las fotos hechas y no dejan entrar cámaras.

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El rapto de Europa

Aunque hay distintas teorías lingüística sobre el nombre de Europa, la más extendida y aceptada es la que proviene de la mitología griega, concretamente del relato en el que se cuenta que el insaciable Zeus raptó a Europa cuando esta jugaba con sus hermanas en la playa y se la llevó a la isla de Creta. Y aunque este no fuese el origen real, está claro que el mito es la metáfora de la realidad actual y de lo que lleva muchas décadas sucediendo, concretamente desde que se hizo popular la Doctrina Monroe (América para los americanos), lo que sucede es que Estados Unidos por lo visto no sabe o no quiere saber dónde empieza y acaba América. La sumisión europea a Estados Unidos roza el ridículo; ¿dónde han quedado aquellas poderosas naciones europeas que dominaron Occidente y buena parte del mundo durante siglos? Continuar leyendo «El rapto de Europa»

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Justicia ejemplarizante

Se supone que hace más de 200 años que dejamos atrás una manera de administrar justicia en la que el acusado era culpable y tenía que demostrar su inocencia, cosa que casi nunca sucedía porque es muy difícil demostrar que no se ha hecho algo. Los cambios que empezaron en el siglo XVIII y se fueron extendiendo por todo Occidente durante el XIX y el XX establecen que todo el mundo es inocente y es el ministerio público el que tiene que aportar la carga de la prueba, esto es, acreditar con pruebas irrefutables que el acusado ha cometido el delito por el que se le juzga. imagenpicota.JPGDebe quedar claro para condenar, no vale que haya indicios, sospechas e incluso evidencias. Y en las sentencias se supone que se aplica una pena proporcional al delito cometido, siempre según las leyes en vigor. Continuar leyendo «Justicia ejemplarizante»