El perdón los vencedores
Me ha llamado la atención la información que ha salido en estos días con motivo del 65 aniversario de la rendición de Japón en 1945. El Gobierno japonés pide perdón por el dolor causado por ese país durante la II Guerra Mundial, como ya lo ha hecho en repetidas ocasiones Alemania, naciones que, con Italia, formaban el famoso eje Roma-Berlín-Tokio, algo parecido a lo que Georges Bush Jr. llamaría el eje del mal. Cierto es que las atrocidades perpetradas por los gobiernos totalitarios de estas naciones fueron terribles, incluyendo a Italia, que empezó la guerra en un lado y acabó en el otro y todavía los italianos no saben muy bien si ganaron o perdieron la II Guerra Mundial. Tal vez por eso Italia no ha pedido perdón.
Los vencedores ni se lo plantean. No ha pedido perdón Estados Unidos por las bombas de Hiroshima y Nagasaki o por las vejaciones que sufrieron los japoneses residentes en Norteamérica, encerrados en campos de concentración mientras duró la guerra. No ha pedido perdón Rusia, que planteó un exterminio de los judíos, polacos, bálticos y romanís menos espectacular pero tan dañino como el nazi. No ha pedido perdón Gran Bretaña por los muertos civiles no sólo en Alemania, sino en la Francia ocupada. Tampoco han perdido perdón los aliados por los bombardeos de alfombra que arrasaron ciudades alemanas como Dresde, Colonia o Leizip, o por el bombardeo inútil que prácticamente destruyó Viena ¡una semana después de que Alemania se hubiera rendido! Y es que por lo visto, sólo piden perdón los vencidos.