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¿Adormecidos o moralmente anestesiados?

No entiendo lo que que pasa en este país, porque ocurren cosas muy graves y nadie se opone. Por un lado están los partidos políticos, que negocian esto o lo otro y tragan con lo que sea con tal de seguir en el poder. Muestra de ello es cómo el PSOE ha mirado en Madrid para otro lado con lo de la Ley de Espacios Naturales de Canarias, o cómo nacionalistas vascos y canarios han tragado con unos Presupuestos Generales del Estado y unas medidas draconianas.
zmujer3.JPGHay voces que tienen mucho eco, unas veces porque lo merecen y otras porque simplemente están en un medio de gran audiencia. Esas voces mediáticas que crean opinión, se han limitado a matizar que algo tan grave como usar el Estado de Alarma de forma preventiva sea hoy la normalidad de España. Quienes pueden hacer o decir algo que tenga eco no lo hacen, y dice la UE que El Gobierno español hace los deberes porque se está dejando a la intemperie a los más desfavorecidos, y al mismo tiempo el Consejo de Europa señala que el salario mínimo español es muy bajo, pues no se corresponde con el 60% del salario medio, que es lo establecido por acuerdo europeo. De eso tampoco nadie dice nada. Porque puedo entender que se juegue festivamente con las declaraciones de Mourinho o con las canciones de Eurovisión, pero jugar con la Constitución es cuando menos temerario, y nadie parece darse cuenta. ¿Es que estamos adormecidos o moralmente anestesiados?

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¿Estado de Alarma? No, gracias

esstaso.JPGEl Estado de Alarma es una excepcionalidad que tiene prevista su aplicación constitucional cuando se va de las manos algo básico para el funcionamiento de un país. Puedo entender (aceptando pulpo como animal doméstico) que los día 3 y 4 de diciembre se produjo esa situación, pero, una vez restablecida la normalidad, el Estado de Alarma tenía que haberse levantado, 48 o 72 horas después. Y si ya era mucho que se agotaran los 15 días que permite la Constitución sin pasar por el Parlamento, que ahora se prorrogue otro mes me parece tremendo. Se aplica bajo el argumento de que pudiera suceder que en las fiestas navideñas se produjera otra crisis; es decir, se hace prevención con una norma que es para aplicar en estado de suma emergencia. Por ese camino, aplicaríamos el Estado de Alarma cada vez que se vislumbre un conflicto con los médicos, los bomberos o cualquier otro servicio básico. La verdadera prevención se hace negociando en las mesas, sin quitar derechos laborales a nadie y programando los servicios públicos con visión de futuro. Que se haya alargado el estado de Alarma no es una buena noticia, que dice muy poco en favor del partido en el poder y de los que lo han apoyado en el Congreso, porque me temo que este apoyo tendrá un precio político que habrá que pagar. Y el PP, que tanto critica esta medida, no es capaz siquiera de votar en contra.

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El rapto de Europa

Lo he recordado muchas veces, y hace unos días, con motivo de la militarización de los controladores aéreos, una amiga de este blog volvía sobre este poema, que dicen que es de Bertol Brecht:
RUBENS-El-rapto-de-Europa[1].jpg

Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada porque yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar.

Hoy, en el Parlamento Europeo, se va a aprobar una ley que deja a los trabajadores inmigrantes a los pies de los caballos. Se regirán por las leyes laborales de sus países de origen; es decir, serán trabajadores de segunda. Para ser justos, también deberían pagar por el pan, el transporte, la ropa o la vivienda lo mismo que pagarían en sus países, que es proporcional a sus salarios. Pero no, para las verdes una cosa y para las maduras otra. Muchos dirán: «No me importa, como yo no soy inmigrante, esto no va conmigo, como no me importó hace unos días cuando decretaron el estado de Alarma para meter en cintura a los controladores. Total, como no soy controlador…»
No sé si fue en una cumbre del G-20, en un café en el bar durante un descanso de la Asamblea de la ONU o en la última reunión del dichoso Club Bilderberg en la Costa Brava, pero parece que la materia gris suprema que rige este planeta ha dado ódenes concretas. Una de ellas, muy clara, es acabar con el Estado de Bienestar en Europa; otra, ir poniendo en su sitio a cada uno: inmigrantes, sanitarios, transportistas, camareros, profesores, jubilados, periodistas, oficinistas, funcionarios y toda criatura que viva de un salario o de una pensión.
Señores eurodiputados: No sé cómo van a vendernos la moto de tanto recorte discriminatorio para dinamitar siglos de conquistas sociales. Claro, pensarán que como cobran 12.000 euros mensuales -dietas aparte-, no va con ustedes, pero deberían echar un vistazo al poema de Brecht, porque cuando ya no haya democracia -y ustedes habrán sido cómplices ejecutores- tampoco se necesitarán eurodiputados.