Publicado el

Los linderos de la cultura

Cuando hablamos de cultura, el debate siempre se dispersa. Los filósofos se han ocupado del asunto y se ha llegado a enunciar una Filosofía de la Cultura, y siempre se ha entendido que frente a lo físico, lo tangible, Natura, está la Cultura, que viene a ser lo que se ha gestado a través del pensamiento y la actividad de los seres humanos. Desde el punto de vista de la Naturaleza, el David de Miguel Angel Buonarroti es un trozo de materia, mármol exactamente igual que el de un escalón o una lápida, con sus mismas características físicas,zsalgado.JPG su mismo valor pétreo y que daría los mismos datos ante un análisis científico; igualmente, una fotografía de Sebastián Salgado es científicamente la plasmación de formas valiéndose de luces y sombras, lo mismo que cualquier fotografía que pueda realizar un principiante. Pero es evidente que el David tiene unos elementos de los que carece el mármol solo por serlo, y las fotografías de Salgado responden a criterios distintos a los que guían al que dispara una foto entre amigos. Tal vez la diferente sensibilidad, los distintos criterios y la voluntad y destino de cada una de estas obras humanas sea la cultura, el deseo y la capacidad de distinguir, sentir e interpretar, puesto que, de diferente forma, el David responde a una voluntad distinta que el mármol tallado por labrantes para convertirlo en un escalón, pero ambos son elementos culturales, lo mismo que las fotografías de Salgado buscan, además de una voluntad de estilo, la traslación de un mensaje, y una fotografía de fin de semana en la playa quiere solamente plasmar un instante personal. Por ello, en la cultura hay que trazar linderos, pero solo para hablar y entenderse, puesto que ni siquiera los grandes filósofos de la cultura encuentran el modo de clasificar los llamados productos culturales, tales como la religión, el arte, las instituciones políticas (que también son entes culturales), la ciencia, las costumbres, el vestido, la música…

Publicado el

Luis Advis, el olvidado inolvidable

zzzzFil940[1].jpgSon muy conocidos los nombres y la obra de figuras tan relevantes en la música latinoamericana (y la música en general) como Yupanqui, Guaraní, Cafrune, Víctor Jara, Violeta y Angel Parra, Viglietti, Zitarrosa… Pero hay dos nombres que son el eje de todo este gran movimiento, que fue a la vez musical, poético, político y sociológico que cambió la manera en que el mundo miraba a todo un continente. Me refiero al argentino Ariel Ramírez y al chileno Luis Advis. El primero es el autor de la Misa Criolla, una pieza fundamental en este movimiento, y de canciones inolvidables como Alfonsina y el mar, y habrá tiempo de hablar de él.
Por su parte, Luis Advis fue poeta, filósofo y compositor, y es un gran desconocido porque no subía a los escenarios, sólo escribía y componía, que no es poco. Advis tiene una obra copiosa que ha influido en toda la música popular hispánica, pero sobre todo es el autor de una de las piezas más grandiosas y estremecedoras que se hayan escrito nunca en este género: La Cantata de Santa María de Iquique. Esta magna creación fue estrenada en Santiago de Chile en julio de 1970 por el grupo Quilapayún, y por mucho que la oigas siempre llega a lo más profundo, como una sinfonía de Beethoven o una polonesa de Chopin. Es una obra que tiene partes cantadas y recitadas, y narra el asesinato de miles de mineros del salitre en la escuela de Santa María de Iquique, al norte de Chile, en diciembre de 1907.
zzquila_cantata[1].JPGLos sucesivos gobierno chilenos han mirado siempre para otro lado, y las cifras de mineros indefensos ametrallados por las tropas del general Roberto Silva Renard, con órdenes del presidente Jorge Montt (los nombres de los canallas deben ser recordados) pueden andar cercanas a las cuatro mil personas. Fueron enterradas de cualquier manera, y se tardó cien años hasta que la presidenta Bachelet les dio digna sepultura en un monumento que recuerda la terrible matanza. Luis Advis era natural de la zona de Iquique y conocía la terrible historia, aunque no constaba en los libros. Supo captar el dolor y la impotencia que se fue transmitiendo de forma oral hasta que él logró meterlos en una obra maestra. A partir de entonces, ya nada fue igual en la música popular y en la historia de Chile y de Latinoamérica, y por eso Advis es un olvidado inolvidable. La tiranía siempre se impuso con la violencia protegida: Zapata, Monseñor Romero, Camilo Torres, Ignacio Ellacuría, Las Hermanas Mirabal. Lo ocurrido en la escuela de Santa María de Iquique es un aviso a navegantes un siglo después, cuando el dinero es más que nunca el gran tirano. Por eso todos le debemos algo a Luis Advis.

Publicado el

Contra lo oscuro

zzzxxxFoto0598.JPGParece mentira que, cada cierto tiempo, haya que salir a defender la libertad de expresión. Hace unos años, cuando contaba a gente más joven algunas de las estupideces y barbaridades de la etapa franquista, solían asombrarse, porque no les cabía en la cabeza que fuese mal visto, o incluso perseguido, algo tan neutro como estar cuatro amigos hablando en la calle después de las 10 de la noche, pasear con la novia de la mano, cantar determinadas canciones o leer ciertos libros. No sé qué dirán ahora, porque estamos empezando a vivir una época oscura, mientras la jerarquía eclesiástica española parece recién salida del Concilio de Trento, como si hubiera viajado a través del tiempo con un billete que ha pagado Gallardón. Hoy Tarancón sería excomulgado. No es un buen espectáculo, pero háganse a la idea de que estoy desnudo, como reivindicación de mi albedrío, para impedir que acaben por dejarme en pelotas el cerebro. Y eso sí que no.