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DOMINGOS IM-POSIBLES (III)

El grito
Muchos son los cuadros que han dado mucho que hablar y escribir, y generalmente, sean sus autores renacentistas, barrocos, manieristas, románticos o expresionistas, nos fijamos en el propio cuadro y nos desprendemos de quien lo pintó. Cuando se mira El Guernica, no se ve a Picasso, sólo salta del cuadro el horror de la guerra, y si es La Gioconda lo que vemos, podemos hasta especular sobre las técnicas utilizadas por Leonardo, el doble nivel del horizonte o la androginia del rostro de Mona Lisa. Pocos son los cuadros donde se ve el retrato psicológico del pintor, porque en los autorretratos vemos a Van Gogh con oreja o sin ella, y por su mirada pensamos en un loco, pero es lógico que lo pensemos de quien acaba de cortarse una oreja. A Velázquez lo vemos enmarcado por una puerta detrás de Las Meninas, pero es sólo un oscuro cortesano, sin definición psicológica.
grito.JPGHay, sin embargo, algunos cuadros en los que vemos al propio pintor. Uno de ellos, tal vez el más famoso, es El grito del pintor noruego Edvard Munch (1863-1944). En realidad son varios cuadros, siempre con el mismo asunto, aunque el principal fue pintado en 1893, cuando Munch estaba en plena depresión tras la muerte de su hermana preferida. Ese grito silencioso es como un agujero negro que nos habla del dolor, de la soledad, de la rabia por la pérdida de un ser querido, de lo incomprensible que es el mundo. En realidad se plantea el sentido de la vida como si estuviese escribiendo un libro. El grito es un tratado de psicología en color, algo pocas veces conseguido en la historia de la pintura, es el informe psicológico de su autor, y el miedo a que nos pase a nosotros es lo que hace que nos llegue tan hondo.
Lo curioso del cuadro es que la figura antropomórfica que lo preside ocupa apenas el 10% de la tabla, y lo que realmente impresiona es su rostro, con una boca abierta como un pozo insondable y las dos manos tapando los oídos y casi manteniendo la cabeza. El paisaje parece de relleno, pero en realidad es lo que nos retrata al autor, pues son los trazos, los colores y el dinamismo expresionista lo que nos lleva a conocer al pintor.
Podríamos establecer una secuencia en la que el arte y el intelecto se entrecruzan para alcanzar la mente del hombre, el origen de sus comportamientos, su perfil psicológico. No olvidemos el impacto que tuvo la novela psicológica en la segunda mitad del siglo XIX, y no es improbable que Munch leyera o al menos conociera alguna de las novelas más duras de Dostoievski. Luego vienen Sigmund Freud, Young, Virginia Wolf y una lista de hombres y mujeres comprometidos con el arte y con el autoconocimiento, hasta llegar incluso a autores tan raros como el libanés Khalil Gibran, a quien me temo mucha gente ha leído muy mal.
El grito de Munch es tan delator que tal vez por eso se empeñan en secuestrarlo una y otra vez.

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Los récords, el frío y la memoria

De un tiempo a esta parte, los récords son cosa de todos, no sólo de los deportistas. Ahora vende mucho eso de «es la primera vez que…», «es el primero que se come tantos huevos en tantos minutos», o qué sé yo. Y llegan a forzarse estadísticas parecidas a esta: «todos los negros que han sido candidatos a la Casa Blanca por uno de los dos grandes partidos americanos han ganado las elecciones presidenciales». Y es verdad, pero es una perogrullada.
monet.jpgYo soy el primero que muerdo ese anzuelo, y lo digo antes de que otros me lo digan, porque desde hace unos años suele aparecer en mi currículo que publiqué la primera novela completa en internet en lengua castellana, una semana antes que Pérez-Reverte, justo el 23 de abril del año 2000 en la web de este periódico.
Y esto me viene a la memoria porque andamos en la discusión de si este es el invierno más frío desde 1973, porque, aunque oficialmente es así no todo el mundo está de acuerdo. Y es que el frío tiene un componente psicológico importante, de manera que dependiendo de en qué momento de nuestra vida estemos podemos recordar más o menos frío.
La memoria juega malas pasadas, y en la mía figura toda la época de la Transición (1975-1981) como un tiempo en que siempre hacía frío, y relaciono las manifestaciones con anoraks acolchados y días grises. No sé por qué, pues sé que durante esos seis años hubo días luminosos, manifestaciones en camiseta y hasta olas de calor. Pero a mí se me grabó el frío; por eso, si alguien afirma que el invierno del 83, el del 91 o el del 2005 fue más frío es posible que así lo haya sido para esa persona, porque ya dijo García Márquez que las cosas no son como uno las vivió sino cómo las recuerda.
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Ah, el cuadro es de Monet.

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El vestuario de la ministra

Estoy con la mayoría de los internautas que han participado en el foro sobre el vestuario de la Ministra de Defensa: es una cortina de humo para crear un debate inútil. Hay tres millones de parados, la situación internacional se complica por la guerra, la economía y por el frío, que hace más imprescindible la solución del conflicto entre Ucrania y Rusia para que pase el gas y la gente no se congele.
Lesmoking[1].jpgLa verdad es que el vestuario de una ministra me interesa poco, y desde luego tiene valor político cero. En todo caso, me parece una contradicción de Carme Chacón, porque si lo que se pretende reivindicar es lo femenino en todos los ámbitos, no entiendo qué lectura tiene que aparezca en un acto vestida de etiqueta masculina a lo Marlenne Dietricht. Ya puestos, le faltó el sombrero de copa, porque lo de la boquilla larga habría sido una pasada. Además, si lo que quería era dar un toque de modernidad, hay que decir que eso está muy antiguo en el mundo de la moda, pues ya lo puso en circulación Yves Saint Laurent en 1975, cuando la ministra iba al parvulario.
En todo caso, que la ministra se vista como quiera, y me parece peor que los miembros del Gobierno fuesen con chaqué (es por la mañana), porque así lo exige el protocolo de la Pascua Militar, que requiere rigurosa etiqueta para los civiles y uniforme de gala para los militares. Entonces, ¿por qué el Rey vestía uniforme de diario del ejército de tierra? Por cierto, ¿sabe alguien qué relación tiene lo militar con la pascua?
Disculpas a la Sra. Ministra:
No he tenido más remedio que enlazar con un vídeo de Marlenne Dietricht de gira por el frente, vestida de militar. La culpa es suya, porque compararse con ese icono del cine (ya sé que no lo hizo a propósito) es muy arriesgado: las posibilidades de perder son muy altas. A la diva alemana lo masculino le sentaba bien y femeninamente. Toda una paradoja, pero es que a El ángel azul le sentaba bien cualquier cosa, incluso la ropa militar, cuando iba a actuar para los soldados aliados.
Tejanos, ministra, tejanos, hágame caso.