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Dividir por 6.700 millones

11.JPGLa Navidad es un tradición casi tan vieja como la Humanidad, que se repite en todas las religiones con distintos nom,bres pero que esencialmente se refiere a la esperanza de que el sol volverá a alumbrar y dar vida. Es la fiesta del solsticio de invierno, que en nuestra cultura hemos cristianizado en torno al relato del nacimiento de Jesucristo.
Pero hay otra Navidad, la que se ha ido arraigando en las tradiciones y que es propia de cada pueblo. En Andalucía durante esta época las casas huelen a anís y polvorones, en el mundo anglosajón comen pavo, en España turrón y cada sociedad lo que se ha ido añadiendo en la costumbre que no está escrita en ningún libro sagrado.
Es el tiempo del contraste de la abundancia y la pobreza, la memoria y el olvido, la generosidad y la hipocresía. Hace unos día me llegó un mensaje en cadena que hacía la siguiente operación aritmética: Si dividimos los setecientos mil millones de dólares que el Teroro americano ha dado a los bancos entre los 6.700 millones de personas que hay en el mundo tocaríamos a 104 millones de dólares cada uno. Coja un lápiz, no hay vuelta de hoja. Así de simple, esa es la hipocresía, la saña de los poderosos y la creencia de que somos tontos y que no sabemos dividir. Ni siquiera en Navidad son capaces de acreditar un poco de decencia.

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En Belén con los pastores

Un amable comunicante me sugiere pastorcillos para quitar el mal sabor de boca del vídeo brutal del comentario anterior. La verdad es que siempre me he preguntado por qué sólo adoraron a Jesús hombres que se dedicaban al cuidado de rebaños. pastores.jpgSe me dirá que eran los que estaban en el campo y vieron la estrella de Belén, pero todo eso es rebatible con el Evangelio en la mano y con el sentido común.
Para empezar, la estrella debía guiar a los magos de Oriente, y por lo tanto andaría lejos de Belén, señalando el camino. Es verdad que había un ángel anunciando gloria a Dios en el cielo y en La Tierra paz a los hombres de buena voluntad, pero los clamores del ángel podían ser escuchados por cualquiera, especialmente por los panaderos, que son los que tradicionalmente trabajan de noche.
También podían oírlo los campesinos agricultores e incluso los urbanitas de una ciudad pequeña como Belén, pues no creo que hubiera mucho ruido de motores en aquella época. Además, se supone que los rebaños pastan de día y por la noche vuelven a los corrales, donde se hace el ordeño y se fabrica el queso. De manera que eso de los pastores de Belén no resiste un análisis medianamente serio, porque arrieros, repartidores, soldados, carpinteros que tienen atrasado el trabajo y otros profesionales suelen trabajar sin horario. En fin, que hasta los evangelistas en este caso andaban en Belén con los pastores.

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Donde vivir es delito

Leo en un despacho de agencia que la UE apoya una propuesta para que la Asamblea General de la ONU apruebe la despenalización de la homoxesualidad en todo el planeta. La relevancia de esta noticia, cuyo contenido puede parecernos obvio, es que precisamente porque en nuestro ámbito ser gay ya no es un delito (lo fue hasta no hace mucho), tenemos que pensar en las sociedades donde serlo es un baldón que se paga incluso con la muerte.
emblem1[1].jpgPor lo tanto, es evidente que estoy totalmente a favor de que esta propuesta salga adelante, aunque sé que la intolerancia seguirá haciendo estragos en lugares donde las costumbres, las religiones y la ignorancia siguen campando a sus anchas y trazando normas que se pretenden morales pero que en el fondo son inhumanas.
Y abundando en el tema, resulta curioso que se arme esta propuesta mientras no tengo noticia de que haya movimientos institucionales mundiales encaminados a despenalizar el adulterio femenino, del que sabemos de año en año cuando algún caso salta a los medios, pero no salen en las noticias las lapidaciones que tienen lugar diariamente en aldeas recónditas que ni siquiera están en el mapa, con tanto GPS y tanta leche. Y si hablamos de ablaciones de clítoris, asesinatos de mujeres por la propia familia (los llaman de honor, qué ironía), crímenes «autorizados» por asuntos de dotes…
Y el problema es que un zapato casi le da a Bush. Hay que joderse.
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ADVERTENCIA: Este enlace lleva a una lapidación real. Hay que ponerlo porque es una denuncia, pero les aseguro que yo sólo aguanté hasta la mitad. Es tremendo.